Cuatro días de quintos y de mucha diversión

Fueron cuatro días de quintos y sobre todo de mucha diversión. En esta ocasión fueron los riosecanos nacidos en el año 1995 y que, por lo tanto, durante este 2013 cumplen su mayoría de edad. Una fecha tan redonda que apetece celebrar. Y es que los 18 suele ser un punto de inflexión en la vida de muchos jóvenes. Quizá en otras épocas, la fiesta de quintos era muy distinta. Se festejaba el sorteo del destino para cumplir con el servicio militar obligatorio, por supuesto solo los varones, a los que se tallaba en un proceso casi ritualista.

Pero desde hace más de un quincena de años y ya con la popular mili tan solo en el recuerdo, las quintadas de jóvenes riosecanos se juntan para pasar unos días llenos de diversión. Y es que el programa elaborado por este grupo comenzó el pasado jueves con una cena la pradera de la ermita de Castilviejo, que solo abandonaron cuando los primeros rayos de sol iluminaron el camino de vuelta a casa.

El viernes y el sábado, las cenas y la barras libres en diferentes bares amenizaron las jornadas festivas que concluyeron, de nuevo, con una comida de hermandad en la ermita de la patrona riosecana. Algunos jóvenes llegados de Valladolid, Salamanca y de otras poblaciones vecinas como Villanueva o Palazuelo se sumaron a la iniciativa, que llevan preparando desde hace algunos meses los organizadores.

Verónica Pérez, Ester Valverde o Álvaro Sánchez recordaban cómo se realizó un sorteo en Navidad para obtener fondos con los que hacer más llevaderos los gastos y destacaban la experiencia positiva, donde no ha faltado el compañerismo y el buen ambiente. Así que… ¡vivan los quintos del 95!