Cuando los guías se convirtieron en visitantes

Durante más de siete meses han sido la cara más amable y la cálida voz que han recibido a los miles de visitantes que han llegado hasta Medina de Rioseco para disfrutar de la exposición Passio de Las Edades del Hombre. Ellos han sido los que, día tras día, ponían la palabra en el tiempo a Juan de Juni, Gregorio Fernández, Alejo de Vahía, Andrés Solanes o Luis Salvador Carmona, los que siempre tenían una sonrisa para los que llegaban y para los que se iban, los que se preocupaban de hacer saber que Rioseco era algo más que Passio, los que en cada explicación no escondían en mostrar ilusión y pasión, los que en silencio movían las secretas cuerdas para que todo saliera bien.

El pasado jueves, cuando Passio ya es historia, por unas horas, se convirtieron en visitantes de honor de los atractivos de una ciudad que les organizó, desde el Ayuntamiento y de la mano de la guía del Museo de San Francisco Marilé Rey, un recorrido por Rioseco como agradecimiento a un trabajo bien hecho que, más allá de unas obligaciones y responsabilidades, ha sido la mejor imagen que se han llevado nuestros invitados en más de siete meses. Desde esta “voz”, de todos los riosecanos, gracias de todo corazón.