El músico y compositor riosecano Pablo Toribio tuvo el honor el pasado sábado de abrir la tercera edición de Tardes de Arte en una amena velada que tuvo lugar en el Casino y Circulo de Recreo ante cerca de un centenar de personas.
El director del Museo de San Francisco, Miguel García Marbán, fue el encargado de conducir una velada durante la que, con el título de Preludio sinfónico de una vida musical, se llevó a cabo un recorrido de la presencia de la música en la vida de Pablo Toribio desde el punto de vista de la enseñanza, la interpretación, la investigación y la composición, además de hacer algún inciso en aspectos más personales del músico riosecano
Después de unos importantes estudios musicales, culminados con el título de doctor, a los siguieron una significativa trayectoria como pianista, como director de corales, como organista o como investigador, Pablo Toribio no olvidó tener un agradecimiento especial a su familia, a sus profesores del Colegio de San Buenaventura , del Conservatorio y de la Universidad, sin olvidar hacer un reconocimiento al Ayuntamiento de Medina de Rioseco, a la Asociación Protemplos, al CIT Ajujar o a La Voz de Rioseco en su promoción y difusión de la música.
En el aspecto más personal durante la velada se recordó los años en los que Pablo Toribio jugó en el equipo de fútbol del Atlético Riosecano o su profundo riosecanismo como cofrade de la Hermandad de la Crucifixión. La parte más intensa de la actividad llegó al final de la velada cuando el compositor riosecano estreno la obra Rivera, dedicada a una yegua de pura raza española de la Yeguada Los Alcores cuya belleza impacto al músico riosecano. Sentado al piano, Pablo Toribio fue explicando los distintos momentos de la composición de una pieza musical.
Tardes de Arte continuará este sábado a partir de las 20 horas en la Fábrica de Harinas San Antonio con el artista Manuel Ezía.