Cuando el aroma manzanarista también llegó a Rioseco

Nada más conocer la trágica pérdida del torero José María Manzanares ‘padre’, me viene a la mente la última vez que el maestro alicantino estuvo en Rioseco. Fue el 26 de junio de 2011. Acompañaba a su hijo, el rejoneador Manuel Manzanares, que esa tarde hacía el paseíllo junto a Lea Vicens y Francisco Palha.

Manzanares, que cuando estuvo en activo pisó el albero del viejo Coso de El Carmen en uno de los festivales de los hermanos Peralta, precisamente saludaba afectuosamente al centauro de La Puebla, Ángel Peralta, en su vuelta también a Rioseco, esta vez como apoderado de la amazona francesa.

Esa calurosa tarde, parapetado detrás de sus inseparables gafas de sol, disfrutó de un gran festejo que terminó con todos en hombros, incluido el propio Peralta, que recibía así el cariñoso homenaje de sus paisanos riosecanos, que no olvidan que durante más de medio siglo el sevillano organizó un festival a beneficio de la residencia de ancianos de la localidad.[Ir a noticia de La Voz]

José María Manzanares fue un grandioso torero. Como dice El Turronero en ese impresionante tema dedicado al maestro alicantino “que despacito torea Josemaría Manzanares”. Fue el padrino de alternativa del torero riosecano Jorge Manrique aquel 17 de septiembre de 1985, alternando junto al vallisoletano Roberto Domínguez.

Manrique se enteraba por este medio de la triste noticia. “El mejor torero que ha habido”. No lo dice el riosecano fruto de las circunstancias. “Era todo clase, no he conocido otro que mejor interpretara el toreo”. Recuerda Manrique haber coincidido mucho con el alicantino. “Íbamos mucho a cazar a la finca de Julio Robles; pasamos grandes momentos. Además de la alternativa toreé en varias ocasiones, recuerdo algún festival en Rioseco y una Beneficencia en Ávila con Finito”, apunta con un cierto tono de añoranza.

De la misma opinión es el empresario taurino riosecano Ángel Gallego Rubio, quien acarteló varias veces al maestro de Alicante en las plazas que ha gestionado junto a su padre. “De los toreros que yo he visto ha sido el que más me ha gustado”. Gallego recuerda una corrida en Íscar en la que Josemari alternó con El Capea y Joselito, ante un encierro de Murteira. También destaca uno de los primeros festivales que toreó Manzanares hijo, “y lo hizo junto a su padre, también en Íscar”. Manzanares debió torear el festejo organizado por los hermanos Peralta en 1980, pero problemas de última hora le hicieron caerse del cartel. En 1987 sí que estuvo en Rioseco, dejando apuntes del aroma manzanarista que atrapó a muchos aficionados. Hoy ha fallecido a los 61 años y el toreo está de luto. DEP maestro.