Cristo atado a la Columna de Sebastián Ducete


Texto: lasedades.es

Tras su prendimiento en Getsemaní, Jesús soporta un doble proceso por parte de las autoridades judías. El sanedrín lo condena a muerte por blasfemo al confesar su filiación divina. Y Poncio Pilato, ante quien Jesús proclama su realeza, lo entrega para que lo crucifiquen, accediendo al deseo del pueblo, que había solicitado la libertad para un asesino y coreando su muerte en cruz. Pero antes lo manda azotar, conforme a la costumbre romana previa a la crucifixión.

La escultura de Cristo atado a la columna del escultor toresano Sebastián Ducete, encargada por la Cofradía de la Vera Cruz de Burgos en 1611, es una figura firme, solemne, que reclama del espectador del noble sentimiento de la compasión.

El autor se mantiene fiel a la iconografía tradicional reproduciendo la columna alta. Por el contrario, uno de los elementos más novedosos es el tratamiento del paño de pureza, con múltiples pliegues alatonados.

Cristo atado a la columna. Sebastián Ducete.
1611. Madera policromada. 201 x 68,5 x 71,5 cm.
Iglesia parroquial de San Gil. Procede de la cofradía de la Vera Cruz.
Convento de San Francisco Burgos.

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