Con diciembre llega de nuevo El Rastrillo Solidario de la AECC

Dice el refranero popular, que es muy sabio, que Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero, para destacar la importancia de la economía continuada, aunque se trate de cosas pequeñas. Es sin duda parte de la filosofía de la Asociación Española Contra el Cáncer para organizar pequeñas acciones solidarias que, poco a poco, pero sin tregua, vayan sumando aportes que ayuden en la investigación para ganar la gran batalla contra el cáncer.

Pequeñas, pero significativas, acciones como El Rastrillo Solidario, que, organizado una vez más por la Junta Local de la AECC, se inició a media mañana de este lunes en el Patio de Columnas del Ayuntamiento riosecano. Juguetes, libros, bisutería, vasos, fuentes, platos, relojes, collares, espejos, marcos de fotografía, bolsos, adornos, películas de vídeo o cuadros son sólo algunos de los cientos de objetos que se pueden adquirir por un donativo en este pequeño mercadillo solidario que estará abierto hasta el viernes en horario de mañana, de 11 a 14 horas, y de tarde, de 17 a 20 horas.

En la séptima edición de esta solidaria iniciativa, al poco de abrir ya estaba llegando gente, “que se ha ido llevando cosas y reservando otras”, según expresó la presidenta de la Junta Local de la AECC, Paqui Aranda, quien señalo que “como novedad este año tenemos diademas de Pablo y Mayaya, los sombrereros vallisoletano que han diseñado para la Reina Leticia. Aranda, quien animó a la gente a acercarse al rastrillo, también destacó como pieza estrella de este año “un cuadro que nos ha donado un vecino del pueblo que tenía un bar y que es una foto que tiene más de 30 años en el que se ve un festival de los Hermanos Peralta con la plaza de toros a rebosar de gente”.

En la mañana de este lunes se acercó hasta el rastrillo el tesorero de la Junta Provincial de la AECC en Valladolid, Fausto Camarero, para el que “este rastrillo es un acontecimiento que se celebra anualmente, adquiriendo cierto prestigio, y que, dentro de la función que tenemos, viene bien para tratar de recabar todo el dinero posible para poder ofrecer programas que vayan dirigidos a la prevención o al enfermo del cáncer”. 

Además, El Rastrillo Solidario da la posibilidad de que quien lo desee pueda tomarse un café con bizcocho como otra sabrosa forma de colaborar y de ayudar a llenar el granero de la lucha contra el cáncer.