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El sábado de fiestas se cerró en Medina de Rioseco con cientos y cientos de personas disfrutando en la calle. Los más madrugadores pudieron disfrutar del Campeonato de Tanga y Calva celebrado en el parque Duque de Osuna, mientras que los más pequeños se divirtieron con la fiesta infantil, en la que no faltaron los juegos y los hinchables.
La calle Mayor al mediodía era un hervidero de gentes. El buen tiempo y la animación de la charanga The Solfamidas permitió un vermú más que animado, que en algunos de los casos se prolongó hasta bien entrada la tarde.
Cerca de media plaza para ver el espectáculo de rejones en una tarde calurosa, en la que la gran ovación no fue para ninguno de los tres rejoneadores que brindaron un buen festejo, sino para el admirado Ángel Peralta, el centauro de La Puebla del Río y riosecano de adopción, que acompañó a Lea Vicens, su pupila, en el Coso del Carmen. Sergio Vegas logró cuatro orejas, mientras que la rejoneadora francesa y Óscar Borja, de ascendencia riosecana obtuvieron tres trofeos.
El susto de la tarde lo protagonizó un mulillero, al desplomarse cuando arrastraban al quinto. Parece ser que fue un ataque epiléptico, aunque afortunadamente no hubo que lamentar ningún daño. La primera de las sesiones de microteatro por la gorra, en la plaza de la Solidaridad y en la dársena del Canal, fue un buen aperitivo, antes del encierro nocturno que hizo que la plaza de Toros se llenara.
Tras las carreras por la calle, se soltó un novillo. El festejo quedó algo deslucido por los problemas derivados a la hora de encerrar el morlaco que no quiso regresar a corrales. El segundo día de fiestas terminó con la celebración de la fiesta Cocoloco, que reunió a varios centenares de personas, especialmente jóvenes, en el mercado de ganado.
