Cerca de un centenar de caballistas en el encierro por el campo

Los dos novillos fueron dormidos e introducidos en el camión después de más de dos horas de encierro por el pago de Las Angustias y sus aledaños

Laura Alonso. Fotos: David Carpintero

Caballistas, caballos, motos, quads, coches, niños, jóvenes, mayores y algún que otro peñista, todavía ataviado con el disfraz de la noche anterior, se daban cita en el pago conocido como Las Angustias. Un total de ochenta caballistas y más del doble de vehículos a motor participaron en el popular encierro por el campo que se ha celebrado este sábado con motivo de la Festividad de Nuestra Señora de Castilviejo.

La suelta estaba prevista en el pago de La Perla, como viene siendo habitual, pero “como había muchos y crecidos girasoles, y ante la posibilidad de que las reses se escondiesen entre ellos, se decidió el cambio”, aseguraba Francisco Perrote, secretario del Club de Caballistas riosecanos Hermanos Peralta, uno de los organizadores de este evento junto con el Ayuntamiento de Medina de Rioseco. Así pues, tras el tradicional reparto de orujo y pastas por parte de este club al filo de las 10.30 horas, salió el primer novillo y pocos minutos después, el segundo.

La temperatura era la idónea para la celebración de este festejo, puesto que no hacía un calor sofocante que agotase a los morlacos nada más empezar. No obstante, los novillos no aguantaron ni una hora en movimiento. Fue un encierro muy parado y con poca actividad. Las reses, que estuvieron muy cercanos la mayor parte del encierro, no se distanciaron mucho del lugar en el que les soltó el camión que les transportaba.

Debido a esta escasa actividad, al filo del mediodía, apenas quedaban una treintena de caballistas en los pagos terracampinos. Varios coches fueron los que intentaron mover un poco a los novillos, que parecían no tener ganas de más. Diez minutos después guardaron al primero de los morlacos y en torno a la una de la tarde al segundo, dando por finalizado este popular evento taurino que tal y como coincidían algunos de los presentes «ha sido muy pesado».

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