Cerca 300 kilómetros en honor a la patrona de Rioseco

El Grupo de Atletas Virgen de Castilviejo finaliza en Colunga su 31 peregrinación
Los atletas riosecanos fueron embajadores de la Marca Alimentos de Valladolid

Miguel García

El Grupo de Atletas Virgen de Castilviejo, en su trigésima primera peregrinación mariana, llegó corriendo el pasado domingo hasta Colunga. Tras diferentes etapas, en las que los atletas se relevaron en la carretera, la peregrinación llegó en “un auténtico rompepierna” de cerca de 300 kilómetros hasta la ermita de la Virgen de Loreto, patrona de la bella localidad asturiana.

Una vez más, la propia peregrinación fue un fin en sí misma una nueva aventura de esa gran familia que ya es el grupo de atletas, reunida un año más junto a la carretera, corriendo por bellos paisajes, en especial, en esta edición, por Riaño, los valles de los ríos Esla, Nalón, de la Marea y Piloña, con el puerto de Tarna y los altos Collada de Arnicio y de La Llama en medio o las localidades de Masilla de las Mulas, Riaño, Campo de Caso o Infiesto, entre otras muchas.  Como ocurre cada año, hasta Colunga viajó una excursión de riosecanos que quiso acompañar a los atletas en la celebración religiosa, en la que se realizó la tradicional ofrenda floral. La misa fue oficiada por el párroco de Colunga, Gaspar Muñiz, acompañado por el párroco riosecano, Juan Carlos Fraile, quien felicitó a los atletas por su esfuerzo.

Este año, por primera vez, los atletas riosecanos han sido embajadores de Alimentos de Valladolid al promocionar la marca de la Diputación de Valladolid con sus camisetas por todas las localidades por las que pasen corriendo. Además, hasta Infiesto y Colunga llevaron la sabrosa repostería de Medina de Rioseco como ejemplos la rica gastronomía de la provincia. También se entregó material promocional turístico de la Ciudad de los Almirantes.

Tras la celebración religiosa, el resto del día se dedicó a visitar la ciudad y, tras la comida, a pasar la tarde en la playa. El presidente del grupo de atletas, Luciano García Marbán, mostró su satisfacción porque la peregrinación mariana se hubiera llevado a cabo con éxito y sin ningún percance,  y quiso agradecer al párroco y a todas las personas que habían viajado con la excursión hasta Colunga. También quiso agradecer la colaboración del Ayuntamiento de Medina de Rioseco y de la Diputación de Valladolid para hacer realidad esta 31 peregrinación.

El relevo generacional de los atletas riosecanos 
Uno de los momentos principales de la peregrinación es cuando todos los atletas se unen para correr los últimos kilómetros y llegar a su destino. Este año, a la llegada a la ermita de la Virgen de Loreto, se dio la emocinante situación en la que el benjamín del grupo, Miguel González, con tres años recién cumplidos, se puso a correr de repente con los atletas los últimos metros, ante el aplauso de todos los presentes y como mejor final posible del esfuerzo en la carretera. Era la unión de las peregrinaciones pasadas con las futuras, del recuerdo de los que ya no están. Era la imagen del futuro del Grupo de Atletas Virgen de Castilviejo.

 

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