Católicos de Florida pedirán la canonización de un riosecano

Fray Manuel de Mendoza murió en 1704 defendiendo la misión de San Pedro y San Pablo de Patale y a los indios refugiados en ella, frente a los ataques de ingleses

Teresa Casquete Rodríguez / Redacción

En 1703, el coronel James Moore fue destituido como gobernador de la colonia británica de Carolina del Sur, y para recobrar la confianza del rey Jorge II, decidió organizar una serie de ataques a los establecimientos españoles vecinos, destruyendo varios fortines y misiones, matando y esclavizando a los indígenas que los habitaban y que se habían convertido al catolicismo.

En junio de 1704, con 50 ingleses y 1.500 indios de la tribu creek, destruyó la misión de San Pedro y San Pablo de Patale, en la que ejercía su labor apostólica el riosecano fray Manuel de Mendoza, esclavizando a más de 1.400 indígenas allí refugiados y torturando y matando a los religiosos que custodiaban la misión.

Desde hace ocho años un grupo de católicos pertenecientes a la diócesis de Pensacola-Tallahassee (Florida) trabaja en el proyecto de canonización de los ‘Mártires de Florida’, aquel grupo de franciscanos que perdieron su vida por defender la de los indígenas y españoles que poblaban las misiones de esta provincia americana.  Su idea no es sólo la de llevar a los altares a estos religiosos, sino también la de la construcción de un santuario en su honor y un lugar de meditación y retiro espiritual.

Lynn Mangan es una de las portavoces de este grupo religioso y en su opinión la canonización sería “no sólo una justicia histórica, sino también una bendición para nuestra nación, porque su vida nos enseña lo que es la libertad y que el amor y el servicio al prójimo exige siempre un sacrificio”. Mangan, reconoce que la historia del pasado español de Florida es casi desconocido para muchos de sus actuales habitantes y que gracias a este proyecto están conociendo los lugares de origen de los misioneros, como es Medina de Rioseco, “un lugar que nos encantaría visitar, para poder rezar en el lugar donde fue bautizado uno de nuestros mártires, fray Manuel de Mendoza”.

El franciscano riosecano murió abrasado, traicionado por un indio al que conocía, que le pidió que le abriera la puerta de la misión para refugiarse de los ingleses y cuya única intención era prenderle fuego al edificio. Su cuerpo fue reconocido, por españoles que regresaron días después al lugar de los hechos, gracias al crucifijo metálico que llevaba siempre colgando de su cuello y que fue encontrado semiderretido sobre el cadáver carbonizado del franciscano de Rioseco. Ante el pésimo estado de conservación del cuerpo, los presentes decidieron enterrarle en el mismo lugar, desconociéndose hoy el punto exacto de la tumba del fraile riosecano.

“Precisamente ese es uno de nuestros objetivos, encontrar la tumba de fray Manuel de Mendoza y el resto de los franciscanos, y, desde luego, si la canonización llega a conseguirse, enviar una reliquia a su pueblo natal, Medina de Rioseco”, explicó  Lynn Mangan.

Fray Manuel de Mendoza había nacido en Rioseco en enero de 1646 en el seno de una familia de mercaderes y fue bautizado en la parroquia de Santa María. Ingresó en el convento de Nuestra Señora de la Esperanza (actual Museo de San Francisco) y allí tuvo el cargo de confesor, hasta que en marzo de 1678 partió para la provincia eclesiástica de Santa Elena, en Florida, junto a otros 33 misioneros, 5 de ellos procedentes de Rioseco.

Este grupo de católicos (www.martyrsoflafloridamissions.org) está trabajando ahora en la investigación de las biografías de los ‘Mártires de Florida’, recabando todos los datos posibles para el dossier que se enviará al Vaticano, con el fin de conseguir primero la beatificación y luego la canonización.

También intentan averiguar quiénes son ahora sus descendientes colaterales, labor complicada puesto que el apellido Mendoza ha desaparecido hoy del vecindario de Rioseco y en la que ya están trabajando desde la Parroquia de Santa María, al frente de la que está el sacerdote Juan Carlos Fraile. También tiene  la intención de involucrar al cardenal riosecano Carlos Amigo, pues no hay que olvidar su condición de franciscano, y solicitarle si puede ir  a Tallahassee a ofrecerles una conferencia sobre la historia de los franciscanos y el convento de Rioseco.

Teresa Casquete: «Una muestra de la importancia de Rioseco en el pasado»
La historiadora riosecana Teresa Casquete, colaboradora de este diario,  ha sido la primera en conocer las intenciones de canonización al haberse puesto en contacto con ella los promotores de la iniciativa con el fin de solicitarla colaboración para recabar información. Para Casquete “esto no es más que otra muestra de la importancia que tuvo Medina de Rioseco en el pasado, y que debería ser ejemplo para el presente y el futuro. Rioseco fue una de las ciudades más importantes de España y uno de los centros económicos europeos durante más de 200 años, algo parecido a lo que son hoy Lyon, Frankfurt o Milan. Lo que dio lugar a que de aquí salieran tantos y tantos personajes importantes, militares, conquistadores, obispos, hombres de negocios o artistas, entre otros”.

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