Carlos Álvarez y Tere Moras celebran sus bodas de oro

Sin duda, merece la pena celebrar el 50 aniversario del matrimonio, lo que popularmente conocemos como bodas de oro. Es un instante importante en la vida de las dos personas que han logrado pasar juntos medio siglo de vida, con sus momentos buenos y malos, con sus alegrías y tristezas, con sus satisfacciones y congojas. Medio siglo de matrimonio en el que han construido un gran legado, sobre todo en vidas, hijos, nietos, amigos, amor, cariño y felicidad.

Por eso, es bueno celebrar estos 50 años de casados. Algo que el pasado sábado festejaron Carlos Álvarez y Tere Moras en una celebración en la que ellos, como aquel 22 de mayo de 1965, volvieron a ser los grandes protagonistas diciéndose una vez más el “sí quiero” en la ceremonia que tuvo lugar en la iglesia de Santa María, en la que, esta vez, fueron testigos de honor el más maravilloso fruto de su unión, sus hijos, Loli, Mayte y Carlos; que, junto a sus yernos y nueras, Miguel, Lidia y Alberto, les harían el precioso regalo de los nietos, Diego, Alejandro, Laura y Claudia, todos ellos también presentes en una ceremonia en la que no faltaron otros familiares y amigos, y en la que también hubo mucho tiempo para las buenas viandas y para traer al presente los mejores recuerdos de 50 años de felicidad.