caños y manantiales en el término (II)

Aguas no potables por filtraciones y fuentes abandonadas y descuidadas, en este segundo capítulo de esta serie escrita por Gonzalo Franco

Gonzalo Franco Revilla/ Fotos: Fernando Fradejas

Siguiendo con el primer capítulo en el que escribíamos sobre las fuentes localizadas en el núcleo urbano, en este otro  título vamos a ocuparnos de las fuentes situadas en el término municipal de Medina de Rioseco.

Hay que decir en primer lugar que todas las fuentes son de uso público según la Ley de Aguas en vigor (1985), que recoge una tradición histórica, la del uso común y general de las aguas de las fuentes situadas en lugares no particulares. Esto conlleva el aprovechamiento y disfrute de sus aguas, por lo general provenientes de manantiales muy antiguos.

Muchas de sus aguas tenían fama de salutíferas, pero en la actualidad la gran mayoría por no decir todas están contaminadas, no siendo su agua potable. Otra cosa es que se siga bebiendo de ellas. Y es que el término no potable significa que no es apta para consumo humano, no por problemas de gérmenes patógenos como se suele creer, si no por un elevado porcentaje de nitritos, una forma  en que se presenta el Nitrógeno en los abonos minerales que se aportan a las plantas y que termina por filtrarse a las capas inferiores de la tierra y pasa a formar parte de acuíferos y manantiales.

Otro problema que sufren las fuentes es el progresivo abandono y descuido en su conservación, ya son menos útiles y ya se sabe: si no hay utilidad… En muchos casos, han sido tapadas por la maleza, sus encauces taponados por el cieno o rotos, las piedras fragmentadas y resquebrajadas. No hace falta repetir que son un patrimonio común, con un valor monumental y artístico, piedras talladas, en algunos casos con cerca de dos siglos de antigüedad, que fueron obra de un trabajo común y de esfuerzo y que han calmado la sed a personas, caminantes y a animales domésticos. Un gran patrimonio, por tanto, a conservar, cuidar y difundir.

Pasamos a detallar las fuentes: El Cañico (1), en el lado derecho del camino paralelo a la subida al cementerio. La Fuente del Carmen (2), al principio  del camino de la ermita de Castilviejo. Existe una inscripción en el frontal que se lee (sic): Fuentecylla del Carmen, año de 1852. La Loba (3), situada en la Finca La Vega, entre la parcela conocida por la Isla y la conocida por los Villares, cerca de la carretera que va de Rioseco a Villarramiel, kilómetro 2,3. La Fuente de la Tierra (4), en un camino cerca del antiguo cauce del canal de Macías Picavea, con un hermoso frontal de piedra de sillería, durante muchas generaciones lugar de encuentros para los baños y los flirteos amorosos.

La Fuente del caño San Sebastián (5), en la salida del camino del puente Villalón, muy cerca del arco, la más popular de las fuentes seguramente de las que conocemos en Rioseco, con un frontal de piedra y un hermoso abrevadero. La Fuente del Valdepreñá (6), situada cerca del Teso del Moclín, que la sabiduría popular decía que aquella joven que bebiera de esta agua quedaría encinta. La Fuente de la Ermita de Castilviejo (7), situada en la pradera de la ermita, conocida como la de los cuatro caños. Fuente de San Buenaventura (8), situada en la subida al páramo del  mismo nombre, a unos 3 km de la Puerta de Ajújar. Una fuente que supone un homenaje a la batalla del Moclín,  que tuvo lugar muy cerca;  las inscripciones de las piedras casi borradas recogen la fecha de 1865.  La del camino Arenas conocida como La Cañuela (9), la de La Huerta de los frailes (10), con un arco de piedra, en el camino de Castilviejo, antes de los álamos se encuentra entre maleza y cieno el manantial.

Continuará…
[Leer el primer capítulo de Fuentes Riosecanas]

share on: