
Antes de emprender la marcha se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria de las víctimas de la cadena de atentados sufridos el pasado viernes en París. A pesar del frío y de la espesa niebla que dificultaba la visión, aunque añadía encanto al paseo, la marcha se adentró por el pinar cercano a la almazara, hasta llegar a las instalaciones donde se elabora el primer aceite riosecano.
Los andarines fueron testigos del proceso de elaboración de este oro líquido, en una apuesta de esta empresa por el oleoturismo. La Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Rioseco, organizadora de la actividad, entregó a los participantes una botella de aceite y un sabroso bocadillo para recuperar fuerzas. El regreso se realizó por el camino que une la almazara con la localidad, donde se encuentra la fuente de San Buenaventura y el antiguo tejar.
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