Antiguos jugadores del Rioseco vuelven a ‘casa’ por Navidad

Más de una treintena de futbolistas que militan o militaron en el club albinegro protagonizaron un divertido reencuentro en el municipal riosecana

Mario Navarro

El pasado sábado 29 de diciembre en el polideportivo municipal se vivió una mañana de reencuentros de compañeros y amigos, conversaciones de viejos tiempos, recuerdos de inolvidables partidos de fútbol, anécdotas…

Casi una treintena de jugadores del C.D. Rioseco se volvieron a juntar tras algunos años retirados de los terrenos de juego. Concretamente a la cita acudieron jugadores que defendieron la camiseta blanquinegra en las temporadas comprendidas desde la 2003/2004 hasta la 2009/2010.

Algunos hacía años que no se veían, aunque la mayoría sigue teniendo un vínculo muy cercano y una relación estrecha de amistad que consiguieron forjar durante su etapa en el C.D. Rioseco.

El partido tiene una crónica fácil. La frescura de los que aún están en activo, Paco, Ángel Molina, Maicro, Guindi, Andrés, Luisfer y los porteros Rubén y Pedro, a los que fue muy difícil meter un gol. Los jóvenes que sin estar en activo aún tienen cualidades Girón, Rodiño, Cartu, Guerra, Pibe, Rodri, Ramos. La eterna juventud de jugadores como los quintos Herrero, Wamba, o Kike y los veteranos, Raúl, Mateo, Jesusda o Mario que frente a los cachorros consiguieron mantener el tipo.

No pudo vestirse de corto pero no quiso perderse la cita con sus compañeros Berru, aún convaleciente, que recordemos fue el jugador autor del gol que dio el último ascenso del Rioseco a la categoría Regional, en la que desde entonces milita.

Aunque el resultado de los partidos, hicieron tres equipos de fútbol 7, era lo de menos no faltaron las bromas hacia el equipo más pelotero que no consiguió ganar ninguno. Éstos tuvieron que aguantar las bromas durante la comida, a la que se unieron otros ilustres como Pini, Molina o Miki celebrada en la ermita de Castilviejo donde los ermitaños prepararon un estupendo cocido y otras viandas que sirvieron para rematar una mañana agradable y sin duda inolvidable para todos.

De ahí ya salieron otras dos celebraciones más. Una como no podía ser de otra manera futbolística, para dilucidar el resultado de un partido iniciado el junio pasado entre los amigos de Herrero y los amigos de Mario que no pudo celebrarse en su totalidad. Y otra taurina con la celebración de una capea por el cuarenta cumpleaños de uno de los más veteranos Kike. Una buena oportunidad para demostrar que este grupo de amigos siempre ha hecho buenas faenas en el campo de fútbol y también en otras plazas.

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