Ancestrales danzas hondureñas maridan con las jotas en Rioseco

El Grupo de Danzas de Rioseco recibe al grupo Barauda, de Honduras
El claustro de San Francisco disfruta de un gran espectáculo musical y de baile

Redacción. Fotos: Fernando Fradejas de Castro

El festival de Danzas Ciudad de Medina de Rioseco no deja de sorprender. En su trigésimo tercera edición este veterano festival se internacionalizó con la participación del grupo de baile hondureño Barauda, que maridó sus ancestrales danzas de la etnia Garífuna con el folclore más tradicional de Castilla, gracias al grupo anfitrión: el de Danzas Ciudad de Rioseco.

En una tarde con temperatura más que agradable, el claustro de San Francisco acogió una muy buena entrada para disfrutar de un espectáculo musical y de baile único. El grupo de Danzas Ciudad de Rioseco demostró encontrarse en un momento muy dulce y también mostró que el relevo generacional está asegurado, con el grupo infantil cada vez más consolidado. Rosa Santamaría, responsable de las danzas riosecanas, se mostró muy satisfecha con el resultado del festival.

En este caso, los invitados no eran un grupo de danzas tradicionales de Castilla o de Aragón, como ocurrió el pasado año. El claustro de San Francisco fue testigo de una especial combinación del folclore más tradicional de la tierra con las exóticas danzas hondureñas.

Ruth Lorenzana, responsable de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán de Tegucigalpa, en Honduras, explicaba que el grupo Barauda pretende mostrar la cultura de la etnia Garífuna, asentada en el litoral atlántico del país hondureño. Gracias a un universitario de este país que desarrolló su posgrado en la Universidad de Valladolid, esta etnia está haciendo una gira por diferentes poblaciones vallisoletanas mostrando su cultura más arraigada.

“Esta etnia conserva su propia idiosincrasia, su habla y su escritura, sus costumbres y tradiciones, sus dioses, sus rituales y su fiesta. Estas danzad, con muchos siglos de antigüedad, de las que hemos podido disfrutar son alegóricas a su forma de vida, a sus creencias, a sus fiestas y a su propia cultura”, explica Lorenzana, quienes ya han visitado Olmedo, Íscar y Pedrajas.

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