
Un total de 65 kilos y 400 gramos es lo que pescaron entre todas las componentes del grupo castellano en las dos mangas, de cuatro horas cada una, que se celebraron –una el viernes por la tarde y otra, la final, el sábado por la mañana–. No obstante, en los entrenamientos realizados los días anteriores sacaron más cantidad de barbos, carpas, bogas y percasoles, las especies predominantes en el pantano. “En los entrenamientos nos fue mejor porque el ruido de los coches influye mucho. No es lo mismo que estemos cuatro o cinco, que sesenta mujeres con sus sesenta coches”, explica Pardo.

Alicia llegó a tierras extremeñas el pasado martes y desde ese momento hasta que terminó el Campeonato, no tuvo casi ni un momento de descanso. “Me marché el martes y entrenamos hasta el jueves por la mañana. Llegábamos al pantano en torno a las 8.30 y hasta las 9 de la tarde pescábamos sin parar”, recuerda Pardo. Quien añade que la rutina de entrenamientos “ha sido lo más duro con diferencia”.
No obstante, Pardo asegura no tener agujetas ni dolor de piernas como algunas de sus compañeras y sentirse “muy satisfecha” con el trabajo realizado. “El primer día me tocó un puesto bueno, pero el segundo pillé punta y tuve que pelearme los peces”, cuenta. Un trabajo que ha sido duro, pero que ha tenido una gran recompensa y que “no hubiese sido posible sin el apoyo de los entrenadores que hemos tenido, sin la labor del delegado, sin mi padre y sin los ánimos de toda la gente que nos ha apoyado y aguantado día tras días tanto allí como en la distancia”, confiesa Alicia.
La joven riosecana ya tiene la vista puesta en su siguiente competición: el selectivo clasificatorio para el Nacional del 2016, puesto que la plaza en el del próximo año 2015 ya la tiene asegurada. “Después de haber conseguido la plata en este Campeonato, afronto los que vienen con muchas más ganas”, concluye Pardo.
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