El Rioseco retoma la senda de la victoria ante el Villamor

Los albinegros, que pudieron golear, acabaron pidiendo la hora en su feudo ante el flojo conjunto zamorano del Villamor, al que se impusieron por dos goles a uno

Crónica: Adolfo Juárez. Fotografías: T. Castilviejo

Victoria esperada de los pupilos de Garrido ante, el probablemente, equipo más flojo de la categoría, sin embargo, fruto del carrusel de oportunidades marradas por los jugadores locales, la incertidumbre en el marcador se mantuvo hasta el final, pudiendo haberse consumado el desastre en el último minuto de partido.

Se presentaba el Rioseco ante sus aficionados, en una tarde primaveral en el Municipal, tras la dura derrota sufrida en Zamora la jornada anterior, y con la imperiosa necesidad de sumar los tres puntos para mantener las esperanzas de alcanzar el tercer puesto de la tabla.

Ya desde el primer minuto de encuentro se observó la clara superioridad local, que se presentaba con pasmosa facilidad en el área defendida por los zamoranos. La única duda era ver en que minuto conseguían “abrir la lata”. Y fue en una especialidad de la casa: una jugada a balón parado. Ejecutada por David, Girón se aprovecha del rechace del portero local tras remate de Paco para adelantar a los locales. Corría el minuto 16 de partido.

Pocos minutos después, subía el segundo al tanteador, obra de Rafa, que recibía un buen balón desde la banda derecha de Gato, y tras realizar un perfecto control, batía al guardameta zamorano. Se presagiaba una lluvia de goles locales.

Los tímidos acercamientos visitantes apenas inquietaban a los zagueros riosecanos, a excepción de un saque de esquina ejecutado desde la izquierda, donde, fruto de la relajación local, consigue rematar un jugador zamorano, estrellando el esférico en el travesaño del arco defendido por Reguera.

El partido llegaba al descanso, con la sensación de que, la diferencia entre ambos equipos iba a ser aún mayor en la segunda mitad, lo que iba a permitir aumentar la cuenta goleadora del Rioseco.

Y así debería de haber sido, pero, ya en la primera jugada se observó lo que iba a suceder en el segundo acto, un carrusel de oportunidades desaprovechadas por los jugadores riosecanos, especialmente por Ángel y Paco.

El partido trascurría en una dinámica extraña, puesto que el Rioseco no conseguía cerrar el encuentro y la sensación de que los zamoranos podrían dar un susto a los locales se adueñó del público asistente. Y así fue. Tras un saque de esquina, nuevamente mal defendido por la zaga local, que es rematado de forma inverosímil colándose por la escuadra de la portería local. Parecía increíble, pero los zamoranos acortaban distancias y sembraban las dudas en los jugadores albinegros.

Estos últimos 20 minutos de partido, los podríamos calificar como esperpénticos. Las oportunidades de los locales se sucedían. Prácticamente cada jugada terminaba con un delantero riosecano encarando al guardameta local, sin embargo ni con vaselinas, tiros, regates o pases a otro compañero, lograban el gol de la tranquilidad. Parecía increíble. Y claro, ya se sabe, quien perdona lo acaba pagando….y vaya si pudo ser así, puesto que en el último minuto de partido, tras una jugada por la banda derecha, el balón llegó al corazón del área riosecana, donde incompresiblemente, los delanteros zamoranos fueron incapaces de introducirlo en la portería de Reguera, y finalmente entre éste y Valdi, consiguieron despejar el peligro. Los albinegros respiraban.

Lo mejor, sin duda, los tres puntos conseguidos, que, junto a los resultados de los rivales directos, permiten seguir soñando con el objetivo de alcanzar la tercera plaza. La próxima jornada, el Rioseco se desplaza a Guijuelo el sábado para enfrentarse al conjunto chacinero, inmerso en la lucha por evitar el descenso, por lo que se prevé un encuentro muy intenso.

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