Concierto de Diego Fernández Magdaleno en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando


El pianista Diego Fernández Magdaleno ha construido una panorámica musical pensando en unas características muy concretas: las que giran alrededor de la exposición “Entre el cielo y la tierra. Doce miradas al Greco cuatrocientos años después”.

Theotokópulos, tercera suite pianística del compositor vallisoletano Francisco García Álvarez, es la obra encargada para esta exposición, cuyo estreno absoluto se llevó a cabo el pasado mes de julio. Según palabras del propio autor “El Greco y Miguel Ángel han sido dos de los pintores que más me fascinaron en mi adolescencia, cuando yo quería –entre otras cosas- ser pintor”. La partitura consta de trece números, cada uno de ellos dedicado a una obra de las que forman esas doce miradas, más otro dedicado al Greco. En Theotokópulos hay alusiones a músicas de compositores contemporáneos del pintor, como Tomás Luis de Victoria, John Dowland o Francisco Guerrero. Algunas aparecen reconocibles en diversos grados.

Esta obra, eje del concierto, está precedida y continuada por dos ciclos de piezas breves que definen la simetría del programa. Piezas en algunos casos tan extremadamente breves que no superan los veinte segundos. Están agrupadas de manera que son como una pincelada, como un fogonazo de diferentes épocas que remite en ocasiones a palabras o títulos propios de las artes plásticas. La agrupación produce lo que podríamos denominar “suites imaginarias”, que van y vienen de siglos y estéticas dispares, configurando un todo que se enriquece para producir un interés permanente en esas sonoridades que, gracias a la música, acabarán perfilando la emoción siempre renovada de la pintura de quien entre nosotros fue llamado El Greco.

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