El Rey Melchor, rotura de pie y esguince de rodilla

El Rey Melchor tuvo que ser evacuado ayer en ambulancia al Hospital Río Hortega de Valladolid, tras caer de la carroza que le transportó en la Cabalgata de Medina de Rioseco. Al descender de su trono, su majestad no calculó la altura y tropezó aparatosamente, antes de entrar en el Ayuntamiento, donde cientos de niños esperaban a los Magos.

A pesar de los dolores, Melchor aguantó unos minutos recibiendo a los niños en la casa Consistorial. Pero finalmente tuvo que abandonar la recepción y junto a voluntarios de la Cruz Roja, y el propio alcalde de Rioseco, Artemio Domínguez, acudió al servicio de urgencias del Centro de Salud riosecano.

Ante la posibilidad de presentar lesiones en ambas piernas, la propia Cruz Roja de Medina de Rioseco trasladó al Rey herido hasta el hospital vallisoletano, donde le fue diagnosticado una rotura en el quinto metacarpiano del pie derecho y un esguince en la rodilla izquierda. Tobillo y rodilla fueron inmovilizados. Incluso, como se aprecia en la fotografía que acompaña este texto, sufría un pequeño golpe en su nariz.

El alcalde de Rioseco, Artemio Domínguez, ha podido hablar esta mañana con el escritor y biógrafo de Miguel Delibes, Ramón García Domínguez (muy cercano a su majestad Melchor) quien se encontraba “dolorido” aunque “ilusionado por haber vivido un momento único”. Artemio Domínguez dice que el Rey le ha trasladado el mensaje de que “es mucho más importante las sensaciones experimentadas en la Cabalgata, que el dolor de la lesión”.

Como se pudo comprobar minutos antes, un animadísimo rey Melchor, llegaba a la dársena del Canal de Castilla en la proa del barco Antonio de Ulloa y junto a un, más marchoso, Baltasar, no dudadaron en marcarse unos bailes para sorpresa de los más pequeños.

Cuarenta días de reposo y un año entero para recuperarse
No obstante, como habrán podido comprobar todos los niños, horas más tarde, el Rey Melchor hizo bien su trabajo junto a Gaspar y Baltasar y entregaron a tiempo todos los regalos y juguetes que figuraban en las cartas. Ahora tendrá un largo año para recuperarse del accidente, porque aunque son Magos los cuarenta días de reposo no se los quita ni Dios.