
Conocieron la población hace casi dos décadas. “Comprobamos que existía mercado para montar una joyería, y creo que tan mal no nos ha ido cuando hemos llegado hasta aquí”. Especialistas en joyería en oro, “hacemos diseños propios, reparaciones y disponemos de todo tipo de artículos en metales nobles como oro y plata”, dice uno de los joyeros, quien recuerda que también restauran joyas antiguas.
En su establecimiento, primero en la calle Mayor, y ahora en San Juan 8, han pasado multitud de historias y vivencias. La anécdota más recordada por Eduardo y Rafael fue cuando una pareja de novios que se casaban en Rioseco olvidaron las alianzas, “Estuvieron desde las diez de la mañana y deprisa y corriendo les preparamos unas nuevas que a la una, cuando comenzaba la boda, estaban perfectamente preparadas”.
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