La Junta desmiente sanciones a las cofradías por dañar las tallas

La polémica está servida. La Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, en declaraciones a Europa Press, ha desmentido que esté estudiando posibles sanciones a las cofradías que pongan en riesgo y daño el patrimonio artístico si deciden procesionar con riesgo de lluvia, tal y como adelantó el presidente de la Junta Local de Semana Santa de Medina de Rioseco, Andrés San José de la Fuente. Desde el Gobierno regional dice que no se contempla «ningún sistema de sanciones», aunque sí que piden a las hermandades que “sean responsables” con las imágenes restauradas.

San José hizo unas declaraciones en una rueda de prensa tras la reunión mantenida con el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, y el delegado territorial de la Aemet, José Pablo Ortiz de Galisteo, además de los representantes de siete semanas de Pasión con el marchamo de calidad de Internacionalidad, donde se acordó el protocolo de información de las predicciones metereológicas de la Agencia Estatal.

El responsable de las cofradías riosecanas dijo, que en una reunión «en petit comité» de la junta Local de Semana Santa que preside, con responsable del área patrimonial de la Consejería han sugerido esta idea que no se materializaría en sanciones económicas, sino en dejar excluir a estas cofradías en los programas de subvenciones para la restauración de los pasos

No obstante, San José admitió que por el momento “no se ha concretado nada” y tampoco se confirmó cuándo podría aplicarse este nuevo régimen. El riosecano se mostró “encantado” de que pudiera comenzar “mañana mismo” por que el mantenimiento de estas tallas “se paga con dinero público” y “no es de recibo que los cofrades tengan privilegios sobre ellas”.

“A veces la sobreilusión del cofrade atenta contra el patrimonio que es de todos”, dijo con rotundidad el presidente de la Junta de Cofradías de Rioseco, que cuenta con una importante colección de imaginería, de los siglos XVI y XVII.

En este sentido, San José ha reconocido que la decisión de no salir por riesgo de precipitaciones resulta «dolorosa», pero ha defendido que en una fiesta con una tradición «secular», el salir un año más o menos es «menos importante». «Si no se sale un año, ya se saldrá al siguiente», ha aseverado.

Además, ha recordado que la lluvia «es buena para el campo» y ha defendido que las lágrimas de los hermanos cuando no se puede desfilar «también es una muestra de amor», antes de concluir diciendo que “el que quiera fiesta que la pague”.