La Misa del Gallo, tradición arraigada en Nochebuena

La Iglesia de Santa María de Mediavilla y el convento de Santa Clara celebraron a media noche esta eucaristía que se celebra desde el siglo V después del Cristo

Un momento de la Misa del Gallo en Santa Clara.

Una de las tradiciones más arraigadas en la Nochebuena es la celebración de la Misa del Gallo, al filo de la media noche, para conmemorar el nacimiento de Jesús. En Medina de Rioseco, como no podía ser de otra manera, también se celebró esta eucaristía especial en dos iglesias: en Santa María de Mediavillay en el convento de Santa Clara, donde las propias monjas clarisas fueron las que amenizaron la liturgia, cuyo Evangelio y dos lecturas narraron el nacimiento de Cristo en un pesebre. Es costumbre, tras la misa (al igual que durante toda la Navidad) finalizar con el beso al niño Jesús recién nacido y con la felicitación de las Pascuas entre todos los presentes.

La celebración de la iglesia de Santa María, oficiada por el sacerdote Alejandro Ovelleiro, contó con la participación de varios miembros de la Coral Riosecana Almirante Enríquez que, dirigidos por su director Pablo Fernández Magdaleno, cantaron canciones y villancicos navideños desde la entrada de la sillería en la que está instalado el Belén de la parroquia. Fueron muchos los que recordaron cuando en Rioseco se celebraban hasta cinco Misas de Gallo en la iglesia de Santa María, en la de los Padres Claretianos, en los conventos de Carmelitas y Clarisas y en la capilla de la Residencia de Ancianos.

La coral en Santa María.

Varias son las teorías de porqué se conoce a esta Misa como del Gallo. Cuenta la leyenda que el nombre esta misa se debe a que un gallo fue el primero en presenciar el nacimiento de Jesús y posteriormente se encargó de anunciarlo… Una versión más real de esta denominación viene dada porque la Iglesia a la que el Papa se dirigía para esa celebración tenía lugar en la Basílica de S. Petrum in gallocantum (San Pedro del canto del Gallo). Asimismo, en otras publicaciones se recogen otros orígenes: Sixto III (siglo V d.C.), introdujo en Roma la costumbre de celebrar en Navidad una vigilia nocturna, a medianoche, “en seguida de cantar el gallo”, en un pequeño oratorio, llamado ad praesepium, ante el pesebre, situado detrás del altar mayor de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma. Esta expresión se debe a que los antiguos romanos denominaban el Canto del Gallo al comienzo del día, a la media noche. Así se quedó con el nombre de Misa del Gallo la misa que se celebraba a esta hora.

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