
Nombre y características botánicas: El Espino Albar (Crataegus monogyma), Majuelo o Espino Blanco es una planta fanerógama perteneciente a la familia de las Rosáceas. Árbol o arbusto de hoja caduca de cuatro a nueve metros de altura, con ramas espinosas hojas lampiñas y aserradas, flores blancas, olorosas en corimbo, y fruto ovoide, revestido de piel tierna y rojiza que encierra una pulpa dulce y una única semilla, de ahí su nombre en latín-monogyma-. La corteza es gruesa y parda con grietas verticales anaranjadas. Tallos jóvenes con espinas de 1 a 1,5 centímetros de longitud. Hojas lobuladas, el haz verde negruzco y pálido el envés. Las flores aparecen a finales de primavera, Mayo-Junio, siendo ligeramente olorosas.
Hábitat y Ecología: Arbusto originario de Europa, África y Asia occidental. Muy habitual en toda la geografía europea. Su raíz profunda se extiende rápidamente dando origen a una gran planta tanto en su longitud, lo que la convierte en una buena especie para setos de enmarañado espesor, como en su altura de hasta nueve metros. Los cinco pétalos de sus flores, dispuestas en inflorescencias, son blancos o rosas. En otoño, cuando alcanzan la madurez, los pequeños y redondos frutos adquieren un brillante color rojo. Es común en zonas de arbustos, márgenes de bosques y pendientes herbáceas, con preferencia por los suelos calizos.
Usos y Etnografía: El nombre de esta planta, Crataegus, procede del latín, a su vez derivado de dos vocablos griegos, ambos con el significado de fuerza por la gran dureza de su madera. Existen varios híbridos que se plantan como arbustos de jardín. En el folklore gaélico, el espino Sgitheach, es la frontera de “otra” realidad y está asociado al mundo de las hadas y de los gnomos. Está muy mal visto en zonas de Inglaterra y País de Gales, cortar el árbol (salvo por enfermedad), pues se le asocia a cultos de druidas y muchos se encuentran en zonas de peregrinación celta, son considerados arbustos sagrados y conocidos como árboles “rag”, por las tiras de ropas que en celebraciones místicas se cuelgan de sus ramas.

Las hojas jóvenes y tiernas son buenas en ensaladas y con los frutos se puede hacer un tipo de vino, licores y a los que se le añade brandy. Los antiguos griegos creían que tenía un efecto vigorizante sobre sus cabras, de donde puede proceder el nombre Crataegus (cabras fuertes). También lo consideran símbolo de protección y de pureza, por lo que se colocaban ramas con flores en el lecho nupcial y en las cunas de los niños para ahuyentar a los malos espíritus. Con su raíz se fabricaban cepillos y hachas y su madera era muy apreciada en los hogares de los campesinos porque proporcionaba un fuego intenso y continuado. Sus propiedades cardiotónicas conocidas desde la antigüedad han sido la base de muchos fármacos para tratar los trastornos circulatorios, y en algunos países europeos como Alemania, algunos cardiólogos, lo prescriben como tratamiento preventivo al menor síntoma de insuficiencia cardíaca.
Quizás el ejemplar más antiguo del que se tienen noticias esté en el Reino Unido, se le conoce como: El Viejo Espino Hethel y se halla cerca de la iglesia de la población de Hethel, sur de Norwick, en Norfolk. Se cree que tiene más de 700 años y que fue plantado en el siglo XIII.
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