
Desde el Departamento de Pastoral del centro se propuso apadrinar a un niño de Haití con la colaboración de todos los alumnos del colegio. Con este motivo, se colocó en cada clase una hucha donde cada niño, de forma voluntaria, ha hecho su aportación. En las clases, previamente se explicó en qué consistía el apadrinamiento, “concienciando a los niños sobre la importancia de ayudar a los más necesitados”, según señaló la profesora Marta Lorenzo.
Ha sido sor Mª Teresa Tapia, Hija de la Caridad, antigua superiora del colegio riosecano y última visitadora de Haití, donde desarrolla ahora su labor, la que ha permitido la oportunidad de ayudar a niños pobres y enfermos, muchos de ellos huérfanos de las últimas catástrofes.

El terremoto de Haití fue registrado el 12 de enero de 2010 con epicentro a 15 km. de Puerto Príncipe, la capital de Haití. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el seísmo tuvo una magnitud de 7,0 grados y se habría generado a una profundidad de 10 kilómetros. También se registraron una serie de réplicas.
Los efectos causados sobre este país, el más pobre de América Latina, fueron devastadores. En el seísmo fallecieron 316.000 personas, 350.000 más quedaron heridas, y más de 1,5 millones de personas se quedaron sin hogar. Se considera una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia.
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