Los propietarios del bar precintado dan su opinión en una entrevista

Alberto Fernández, de La Fragua de Vulcano, y su madre Clara Brezmes tachan de "injusticia y discriminación" el cierre de su negocio por la Ley de los 25 metros

El 21 de diciembre de 2011 la Policía Municipal de Rioseco precintaba el bar musical La Fragua de Vulcano, al no disponer de la licencia oportuna denegada por encontrarse a menos de 25 metros de un bar, cuyo propietario precisamente denunció la apertura de este otro establecimiento. Desde La Voz Radio hemos querido abrir los micrófonos a todos los afectados e implicados en esta problemática. De esta forma, el propietario de La Fragua de Vulcano, Alberto Fernández, acompañado de su madre, Clara Brezmes, en una entrevista radiofónica explican su punto de vista, de lo que consideran “una injusticia y un trato discriminatorio”. Por su parte, el Ayuntamiento de Medina de Rioseco, por el momento, no hará declaraciones, aunque el concejal de Obras, Francisco Javier Gallego Peinador, explica que hay “un procedimiento administrativo abierto y que el Ayuntamiento sólo se ha encargado de hacer cumplir la Ley”. No obstante, el edil asegura que el deseo del Consistorio es que finalmente el bar pueda abrirse, dentro del marco legal. El vecino que efectuó la denuncia, Roque Contreras, propietario de la Mejillonera Roque, no quiere entrar en la polémica ni hacer declaraciones, aunque deja muy claro que él “no ha cerrado ningún bar, porque yo no soy la Ley”. Asimismo, dice que junto a otros siete vecinos presentó alegaciones porque no consideraba “lógico” un bar musical en pleno casco histórico.

Desde La Voz de Rioseco, en nuestro celo por la imparcialidad y por informar con rigor de todo lo que acontece en la ciudad, hemos optado por dejar hablar a todos los afectados que lo deseen a través de nuestros micrófonos para que los lectores puedan escuchar de primera mano, sin transcripciones, cortes ni interpretaciones, sus opiniones en su propia voz. Serán los propios lectores quienes, en el ejercicio de su libertad, juzguen lo acaecido y, por supuesto, la Justicia quien dicte finalmente si el bar musical no puede finalmente abrirse o, por el contrario, le ampara la ley Estatal y la normativa Europea y la apertura puede realizarse.

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