
La escultura de Cristo atado a la columna del escultor toresano Sebastián Ducete, encargada por la Cofradía de la Vera Cruz de Burgos en 1611, es una figura firme, solemne, que reclama del espectador del noble sentimiento de la compasión.
El autor se mantiene fiel a la iconografía tradicional reproduciendo la columna alta. Por el contrario, uno de los elementos más novedosos es el tratamiento del paño de pureza, con múltiples pliegues alatonados.
Cristo atado a la columna. Sebastián Ducete.
1611. Madera policromada. 201 x 68,5 x 71,5 cm.
Iglesia parroquial de San Gil. Procede de la cofradía de la Vera Cruz.
Convento de San Francisco Burgos.
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