Llegados los últimos días de octubre, un rinconcito de la Calle Mayor recobra un colorido muy especial. Es el puesto de Luis el hortelano y de su esposa Ramona (convaleciente de una lesión y a la que desde estas líneas deseamos una pronta recuperación). Allí, hasta el próximo día 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, ramos, centros y coronas de flores convivirán con las verduras de temporada, para permitir que los riosecanos cumplan con la costumbre de visitar a sus familiares fallecidos y enterrados en el camposanto de la localidad y recordar su memoria con unas sencillas flores naturales.