
Todo comenzó el pasado jueves. Como es habitual disfrutaron de una noche de alegría, fiesta y dj’s en la pradera de Castilviejo donde se dieron cuita más de 150 personas. La noche se alargó hasta bien entrada la madrugada, y los quintos emprendieron su particular ‘romería’ de vuelta a casa no sin antes reponer fuerza con un contundente desayuno.

Los más valientes pudieron levantarse el domingo para darse un chapuzón en la piscina, degustar una buena paella y poner punto y final a un inolvidable fin de semana. Como decía uno de los organizadores lo más importante ha sido “el buen rollo” que hemos tenido entre todos y “las horas de diversión”. “La mayoría éramos gente de Rioseco, pero también se ha sumado algún que otro quinto con ascendencia en la localidad o de otros pueblos que suelen salir los fines de semana o que veranean en Rioseco”.
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