Un total de 32 niños de Medina de Rioseco tomaron hoy su Primera Comunión en la Iglesia de Santa María ante cientos de familiares y amigos que no quisieron perderse esta emotiva ceremonia. Han sido cuatro años de catequesis que confluyen ahora en el importante momento de comulgar por primera vez. Dos de sus catequistas, Inma Fernández y Tita Rueda, aseguraban haber vivido “emocionadas” este momento. “Son cuatro años de catequesis en los que los ves crecer, en los que les enseñas las primeras oraciones, les intentas formar…y hoy todos esos momentos los recuerdas en esta ceremonia”.
La iglesia de Santa María se abarrotó para asistir a esta eucaristía en la que Roberto Pérez, el párroco riosecano, instaló dos pantallas con cámara en directo para que todas las personas pudieran seguir la liturgia y especialmente el momento más importante: el de la comunión. Además hubo música en directo con dos guitarras, un órgano-piano y una batería que amenizaron algunas partes de la misa, gracias a la colaboración de la Escuela Municipal de Música.
Roberto Pérez, ayudado por don Gabriel Pellitero –párroco emérito- aseguraba que este “es uno de los momentos más importantes que vive la parroquia a lo largo del año. En primer lugar, porque es el fruto del trabajo de mucho tiempo, con la catequesis, y en segundo lugar porque intentamos que sea un despertar a la vida en la comunidad parroquial. Es nuestro deseo aunque a veces no lo conseguimos”. Los niños estaban radiantes, con sus trajes blancos, en caso de las niñas, o de marineros, almirantes y de traje-chaqueta, en el caso de los niños. María, de 10 años estaba muy contenta al término de la misa “Es un día muy importante, porque hoy formo parte de Jesús”. Para Álvaro el día también será “inolvidable” por la importancia de tomar la Primera Comunión. Ambos se alegraron de recibir “muchos regalos”.
El próximo domingo, como es costumbre en Medina de Rioseco, todos los niños que han recibido su Primera Comunión, junto a sus padres, catequistas y miembros de la parroquia se trasladarán hasta la Ermita de Castilviejo. Allí asistirán a una misa, comerán todos juntos y por la tarde habrá juegos y mucha diversión.