32 emociones y una Hermandad

La Escalera homenajea a sus 32 mayordomos en vida en un emocionante acto
Un abarrotado Teatro Principal rindió honores a los mayordomos del Descendimiento

A.G.R. Reportaje fotográfico: Fernando Fradejas

Hasta 32. Hombres con cinco, seis y hasta siete décadas de historia del Descendimiento sobre sus espaldas. Uno tras otro subieron al escenario de un abarrotado Teatro Principal de Medina de Rioseco para que les fuese impuesta la insignia de plata de la Hermandad. Emocionados, con lágrimas en los ojos muchos de ellos, pero orgullosos. Con el orgullo de haber cumplido con su cometido y con los años transcurridos en la memoria.

El presidente de la Escalera, Ángel Gallego, y el número 1, Pedro Herrero.

Orgullo y memoria, como acertadamente se titulaban estas X Jornadas de Hermandad La Escalera, hoy como ayer que ayer rendía merecido homenaje a todos los que fueron sus mayordomos. Orgullo y memoria en un acto que arrancó con la propia vara de la Hermandad explicando, en una bella alegoría audiovisual, la figura del mayordomo, sus funciones, su historia y sus sensaciones.

A continuación tomó la palabra el presidente de La Escalera y mayordomo en el año 2016, Ángel Gallego, quien expresó la dificultad para explicar los sentimientos del mayordomo, que nacen de tan adentro que parecen no querer, o no poder, salir del interior de quienes hemos tenido la gran fortuna de vivirlos. Unos sentimientos que son inexplicables porque se llevan tan prendidos en el alma que es imposible desprenderlos de ella”. Se refirió también al sentido de servicio que conlleva el cargo, un servicio a la Hermandad que ahora esta agradecía, lo que justificaba el acto de homenaje. Finalizó recordando a todos los hermanos de La Escalera “A los de hoy, que conocemos. A los de ayer, que conocimos. A los de antes, que no llegamos a conocer. Y también a los de mañana, que posiblemente no conoceremos”. Hermanos, dijo, “a los que la Vara de la Hermandad lleva en su ser”.

Siro Aníbarro.

En orden inverso al de la lista de la Hermandad les fue impuesta la insignia a los 32 mayordomos vivos, en tres bloques, y con el apoyo visual de la proyección de diversas fotografías y vídeos, entre los que destacó el que recogía los entrañables testimonios de los cinco hermanos más antiguos: Pedro Herrero, Tomás Zarzuelo, Nicolás Brezmes, Victoriano Lorenzo y Mariano González. Asimimo, fue Siro Aníbarro, en nombre de todos los homenajeados, el encargado de agradecer esta distinción y de recordar cómo ha sido la función de mayordomos en estas últimas décadas.

Pero sin duda, uno de los momentos más emotivos de la tarde llegó con el homenaje a todos los mayordomos fallecidos. Mientras sus nombres iban apareciendo en pantalla, una comitiva de niños -en clara alusión a la pervivencia en el futuro-, hizo su entrada portando el libro de difuntos de la Hermandad y la medalla de la misma, alumbrados con velas, que fueron depositados en lugar preferente del escenario. Una sentida oración por los mismos dio paso, en palabras del conductor del acto, el secretario de la Hermandad, José Ángel Gallego, a esa explosión de vida que supone para nosotros un Viernes Santo”, reflejado en un montaje audiovisual de fotografías del hermano José Ignacio Santamaría con el fondo musical de La Lágrima.

Estos fueron los mayordomos de La Escalera homenajeados.
Victoriano Rodríguez (2017), Ángel Gallego (2016), Antonio Valbuena (2015), Alejandro Lobo (2014), Valentín Badás (2011), Ángel Fernández (2010), Félix Santamaría (2009), Luis Hernández (2008), José María Cid (2007), Tomás Herrero (2006), Vicente Rodríguez (2005), Teodosio Lobo (2004), Félix Barrios (2003), Luis Lorenzo (2002), Lucio del Valle (2001), José Luis Gallego (2000), Félix Sahagún (1999), Jesús Pérez (1998), Ramón Pérez (1997), Jesús Álvarez (1996), Jesús Rodríguez (1995), Luis Antonio Gallego (1992), Vidal Rodríguez (1990), Ángel Gallego (1989), Wenceslado Berrocal (1986), Siro Aníbarro (1984), Manuel Fuentes (1980), Mariano González (1979), Victoriano Lorenzo (1977), Nicolás Brezmes (1976), Tomás Zarzuelo (1973) y Pedro Herrero (1970).

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