¿Un retablo de Castilviejo desconocido?


Teresa Casquete Rodríguez. Historiadora del Arte

En el mes de marzo de 1991, la casa de subastas Durán, vendió este curioso cuadro por 431.250 pesetas. Se titula Virgen de Castilviejo, mide 85 x 66 cm y está firmado por el pintor Miguel Castillo.

El retablo se divide en tres calles y en dos pisos y un ático. En la parte baja (de izquierda a derecha) aparece una pintura de San Andrés y de San Lorenzo, con una cartela con un texto ilegible. En el segundo piso hay tres esculturas de la Virgen, a la izquierda una de María con el Niño, a la derecha otra de la Soledad y en el centro la que sería la Virgen de Castilviejo con el Niño entre sus manos, las tres aparecen vestidas con el típico bastidor cónico, mantos bordados, rostrillos y coronas. En el ático dos santos no identificados de rodillas, enmarcan el tondo central donde aparece la representación de la Trinidad. La escena se cierra con dos ángeles situados en los rincones superiores, que parecen descorrer una cortina.

Miguel Castillo también conocido como Miguel Antonio Castillo fue un pintor activo en la zona de Puebla, México, durante el siglo XVIII y, curiosamente, autor del retrato de don Manuel Milán, colgado durante muchos años en las naves de la iglesia de Santa María, riosecano, emigrado a Nueva España y donante de la piel de caimán, el cofre de carey y varios objetos de plata, la mayoría de ellos desaparecidos en la actualidad.

El resumen de la venta fue publicado por la revista Antiquaria y aunque he tratado de indagar sobre el paradero actual de este lienzo, me ha sido imposible dar con él. Tanto en Durán, como en Fernando Durán, no tienen datos sobre la venta de dicho cuadro y en Antiquaria no han sabido darme más información sobre un posible error en el lugar de la subasta.

La obra es curiosa cuando menos, ya que representa un retablo desconocido o imaginario de la Virgen de Castilviejo. ¿Sería acaso el anterior retablo de la ermita? ¿Sería un retablo particular que existió en casa de don Manuel Milán? ¿Sería un encargo particular de don Manuel Milán a Miguel Castillo, junto a su retrato? ¿Formaría parte de la herencia que don Manuel Milán dejó a la parroquia de Santa María? ¿Cómo acabó en el mercado anticuario?

Interesante tema para una futura investigación.

share on: