¿Qué le ocurre al CD Rioseco aficionado?

Tan sólo lleva siete de treinta puntos posibles, son penúltimos en la clasificación y la mala suerte aparece en cada encuentro. Todos esperan salir del pozo

M.N.G.

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No es fácil encontrar una explicación lógica a la situación que atraviesa el C.D. Rioseco aficionado transcurridas las diez primeras jornadas de liga. Los números cantan y en su contra no hay argumentos que valgan. Éstos dicen, que son siete puntos de treinta posibles, penúltimos en la clasificación, y el segundo peor conjunto en el bagaje de goles a favor y en contra.

Una situación preocupante, que sin embargo no atenaza a los bravos jugadores riosecanos que semana tras semana pelean contra algo más que once rivales. Ya lo avanzamos en crónicas anteriores, cuando no ha sido un penalti absurdo han sido las ocasiones no materializadas, pero ya van más de dos encuentros en los que se encajan goles de rivales que apenas crean peligro y sin embargo no se logran meter las numerosas ocasiones a favor.

Dinámicas negativas, mala suerte, falta de experiencia y conjunción del equipo por las novedades son algunas de las circunstancias que se pueden esgrimir, porque lo que sin duda es cierto, y los aficionados que siguen la evolución del equipo dan fe, este equipo no merece esa posición clasificatoria.

No es menos cierto que la realidad es esa y que ahora toca levantarse, luchar cada balón de cada partido, apoyar como nunca y formar una auténtica piña entre jugadores, cuerpo técnico, directiva y seguidores. Eso será lo único que logrará reconducir esta situación. Bueno eso, y que la pelota entre claro.

Una pelota caprichosa que se cuela en la portería de Reguera, tras disparo de Chino, en la única ocasión visitante el pasado domingo y otorga los tres puntos al Mojados, que a favor de sus jugadores podemos decir que se defendieron con garra y mucho orden.

La misma pelota que hasta en cinco ocasiones claras rondó la portería rival y que en unas ocasiones Dani Franco portero visitante, a la postre protagonista del encuentro, y en otras su defensa o el palo, impidieron que se adentrarse en las mallas foráneas.

Secuencia de ocasiones claras que comenzaron con una cabezazo de Ángel Molina, que volvía a una alineación casera tras su periplo por tierras riojanas, tras centro de Álvaro por la derecha tras una gran jugada personal de este último y que sacó con las piernas in extremis el acertado cancerbero Dani Franco. Una jugada que hubiera supuesto el empate tan solo cinco minutos después de haber encajado el gol. Todavía en la primera mitad se sucedieron algunas más, un disparo de Paco que volvió a sacar el portero rival con los pies y un tiro cruzado de Pepi que salió rozando el palo de la portería.

En la segunda mitad más y más de lo mismo, el Rioseco atacando y el Mojados defendiendo la renta. De nuevo, el portero y su defensa desbarataron las ocasiones de Pepi nuevamente con un disparo y otra de Ángel Molina, que en la segunda mitad adelantó su posición tras la lesión de Paco, que volvió a sacar por bajo el guardameta y algún disparo lejano más.

Así hasta que a diez minutos del final Dani Franco fue expulsado teniendo que defender la portería un jugador de campo al haber agotado los tres cambios. En esa misma jugada tras libre indirecto, Mario Molina envió el esférico al palo cuando ya había superado la barrera de los diez jugadores visitantes, sin duda la mejor oportunidad para igualar el marcador que impidió ahora la mala suerte.

Todavía dispuso el Rioseco de alguna ocasión más antes del final, un tiro de Igle que sacó un defensa cuando el portero ya estaba batido o cuando el árbitro decretó penalti claro por agarrón de un defensa a Mario Molina, que sin embargo rectificó el colegiado a estancias de su asistente anulando la jugada por fuera de juego anterior.

Si a los puntos hubiese sido de nuevo el equipo de Daniel Juan Sánchez hubiese resultado vencedor pero en el fútbol lo que cuenta son los goles que suben al marcador y ahí fue más eficaz el Mojados.

El próximo sábado se antoja vital para las aspiraciones del Rioseco de salir de la zona baja de la clasificación, pues visita al Victoria de Valladolid equipo con el que ahora empata a puntos.

La fuerza, el coraje y la entrega de los jugadores hará que esta dinámica negativa se termine, y pronto se pueda empezar a respirar clasificatoriamente ya que futbolísticamente el equipo ha demostrado en estas diez primeras jornadas merecerse una situación bien distinta.

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