Veinte años después unidos por la pasión del fútbol sala

Los equipos del Fútbol Sala Rioseco, Cancio Villalba y del Villardefrades se reencuentran en un triangular por las dos décadas del conjunto riosecano

Una crónica de Mario Navarro Galván. Fotos: Fernando Fradejas


Apenas han pasado 48 horas del que será, para todos los que formaron parte en la conmemoración de los veinte años de la fundación del F.S. Rioseco, un mágico sábado 11 de junio de 2011. Recuerdos, vivencias, sensaciones y buenos momentos vividos hace dos décadas volvieron a la retina de todos los que se dieron cita en este acto festivo. Una experiencia, a juzgar por la satisfacción mostrada por todos los participantes, que ha sido maravillosa, un día para los protagonistas inolvidable.

El pequeño esfuerzo para localizar a todos los integrantes de la plantilla del Cancio Villalba, Villardefrades y Rioseco de los primeros años de los 90 ha merecido la pena, pues éste ha sido un reencuentro muy especial. “Los que siguen viviendo en sus pueblos de origen se ven regularmente pero ha habido casos de compañeros que no se veían desde hacía muchos años”, explica uno de los organizadores del encuentro.

Esa era la filosofía de este encuentro, pretendía ser un día de celebración y reencuentro de amigos, compañeros, rivales y todo fueron facilidades. La predisposición de los equipos de Villalba y Villardefrades ha sido espléndida. Desde el momento que les comentamos la idea no dudaron en señalar que estarían encantados de participar y respondieron mucho mejor de lo que cabía esperar, presentándose con muchísimos jugadores de entonces lo cual no es fácil. Igual de todos los fundadores del club F.S. Rioseco pues salvo casos contados y por motivos personales que les impidieron estar, estuvieron presentes el sábado en el pabellón de Rioseco.

A juzgar por el magnífico estado de forma de muchos de los allí presentes parece mentira que hayan pasado 20 años. Los porteros de las tres formaciones Agustín (Villalba), José Luis y Carmelo (Villardefrades) y los riosecanos Visera y Chirri estuvieron a gran altura no siendo fácil la consecución de ninguno de los goles con los que los espectadores que se dieron cita en el pabellón riosecano disfrutaron.

Rayaron a gran altura en general todos los jugadores, siendo muy difícil destacar la actuación de alguno, comprobándose como entonces la velocidad del juego siempre alegre de Villardefrades, la competitividad y juego de conjunto del Rioseco y la entrega que siempre demostró Cancio Villalba.

Agradecemos al Ayuntamiento de Medina de Rioseco la colaboración en el evento. También a Luis Alfonso de la Iglesia, árbitro del triangular al que le estamos muy agradecidos su ayuda y como no a la Asamblea Local de Cruz Roja que estuvo presente con varios voluntarios que felizmente no tuvieron que intervenir pues a pesar de no estar en la mejor forma física no hubo que lamentar ningún tipo de lesión.

Los resultados del triangular no era lo que más importaba, Rioseco y Villardefrades ganaron sus encuentros contra Villalba por el mismo resultado 4-1, y entre ellos empataron a cero. Ni siquiera hubo que lanzar penaltis para ver quien resultaba ganador del triangular pues en aquel momento ya habíamos ganado todos.

En el acto de entrega de trofeos, un recuerdo similar para los tres equipos, estuvieron presentes recién tomada posesión de su cargo el alcalde de Medina de Rioseco Artemio Domínguez y dos concejales Rafael San José y Javier Gallego.

Pese a lo que se pudiera pensar, quedaba aún lo mejor de la tarde, un vino español en el restaurante El Polígono al que acudieron plantilla y acompañantes de los tres equipos.

Un momento donde se sucedieron las anécdotas, los viejos piques, los recuerdos de victorias y derrotas, pero sobre todo la sana rivalidad deportiva, las estrechas relaciones personales y la amistad de la buena, aquella que siempre fomenta la práctica del deporte. ¿Qué más se pude pedir?, quizás algo: que nos volvamos a reunir cuando sea y donde sea pronto sino llegarán enseguida los veinticinco…

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