Una calle irreconocible



Dicen los que la conocieron en su estado original que era una de las calles más bonitas y señoriales de Rioseco, cargada de grandes miradores y balcones desde los que se podía contemplar una escena cotidiana como esta de la imagen. La carretera general (un término muy utilizado en Rioseco) era apenas un camino sin asfaltar, por donde pasaban carros como el de la instantánea. La calle de San Juan disfrutaba de aceras anchas y de una hilera de árboles en algunas zonas. En las cercanías a la curva de Santo Domingo, ya aparecían algunas viviendas con soportales (hoy desaparecidas). Es una calle casi irreconocible hoy. Sus miradores de madera languidecen (los que aún se conservan) y aquel carácter señorial se esfumó con los nuevos tiempos que no siempre fueron mejores…

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