Qué tiene la zarzamora… para ser tan popular

Esta fruta del bosque es muy utilizada en la preparación de postres y licores. Las hojas se usan en infusiones y los frutos son muy apreciados también por animales

Gonzalo Franco Revilla

Gonzalo Franco Revilla retoma este mes su sección en el diario digital de La Voz de Rioseco Cuadernos del Naturalista con el análisis de un popular fruto, muy codiciado, y que incluso da nombre a una conocida copla.

Nombre y características botánicas: La Zarzamora (Rubus Ulmifolius), zarza, murra o mora es  un arbusto fácilmente identificable, de aspecto sarmentoso, cuyos tallos, espinosos y de sección pentagonal pueden alcanzar hasta los cinco metros de altura. Cada año produce nuevos tallos largos, por lo que con el tiempo logra formar enmarañados zarzales casi impenetrables. Pertenece a la familia de las Rosáceas. Tiene hojas imparipinadas, compuestas por entre tres y cinco foliolos peciolados, de forma elíptica ovada. Las flores pueden ser  blancas o rosadas, compuestas por cinco pétalos y cinco sépalos. Su fruto llamada zarzamora o mora es comestible. Está formada por muchas pequeñas drupas arracimadas y unidas entre sí (polidrupa), de color rojo que se transforma en negro al madurar

Hábitat y Ecología: La zarzamora se encuentra extendida por todas partes de la región, sobre todo en los setos vivos, así como en los bordes de los montes, carreteras y riberas. En comarcas de clima más seco suele crecer en zona de vegas y sotos, así como en las hondonadas más húmedas o cerca de lagunas o manantiales. Es una planta muy invasiva y de rápido crecimiento, pudiendo crecer vegetativamente a través de sus ramas que en contacto con el suelo generan nuevas raíces. Se extiende por toda Europa, norte de África y sur de Asia. También se ha introducido en América y Oceanía, en Chile es considerada especie invasora. Su nombre científico deriva del latín ruber (rojo), por el color de sus frutos y ulmifolius por el parecido de sus hojas con las del Olmo (Ulmus minor).

Usos y Etnografía: La Zarzamora es una de las conocidas como frutas del bosque, dulce, muy popular en pastelería para la preparación de postres, mermeladas,  jaleas y, a veces, vinos y licores.  Las hojas disecadas, pueden utilizarse como infusión, tiene propiedades antisépticas urinarias, diuréticas y laxativas. La mora negra contiene sales minerales y vitaminas A, B y C, por su alto contenido en hierro es utilizada para prevenir y combatir la anemia. Posee un alto contenido en flavonoides, unas sustancias conocidas como taninos (que también poseen los vinos tintos), que tienen propiedades antioxidantes y anticolesterol. Se emplean sus tallos previamente desprovistos de sus espinas para cestería y realización de escriños.

Sus frutos son muy apreciados por muchos animales pobladores de los bosques y montes, que dispersan sus frutos y semillas, desde los osos, raposos, lobos, garduñas, ratones de campo hasta aves como los mirlos, petirrojos, currucas, zorzales,  perdices etc. Las moras, que en nuestra tierra maduran en el mes de septiembre, constituyen uno de los principales alimentos para las aves migradoras durante el final del verano y el otoño, cerca de veinte especies de aves  se alimentan de esta planta durante el paso migratorio, lo que da una idea de la importancia de su presencia en nuestros campos. De las semillas se alimentan algunas especies como los pinzones y los herrerillos, que contribuyen a extender sus lugares de crecimiento. Las hojas tiernas y verdes son las preferidas por los corzos.

Las zarzas son fáciles de multiplicar por estaquillas de los brotes terminales de tallos vigorosos y largos durante el verano. También por semillas (separadas de la carne) y  por acodos. Formando setos sirven de refugio contra los depredadores a algunas especies de aves y mamíferos. En Castilla y León existen poblaciones con la advocación a la virgen de Nuestra Señora de la Zarza: San Miguel de Serrezuela y Muñaña (Ávila), Villamañán y Olleros de Alba (León) y existe un pueblo en el sudeste de la provincia de Valladolid llamado La Zarza. Para terminar quisiera escribir los primeros versos de la popular copla, escrita por Rafael de León, La Zarzamora: “En el café de Levante entre palmas y alegrías, cantaba la zarzamora; se lo pusieron de mote porque dicen que tenía los ojos como las moras…”

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