Marisol Ortiz de Zárate, la contadora de cuentos visita el IES


Adela Alfageme

Una vez más, como los últimos tres años, el departamento de Lengua castellana y Literatura del  IES Campos y Torozos ha querido poner en contacto a los alumnos de 2º de la ESO con la autora de uno de los libros que han tenido que leer. Esta vez le ha tocado a Marisol Ortiz de Zárate, cuyo libro, La canción de Shao Li, ha sido un éxito absoluto entre los alumnos. Y es que es verdad que no siempre acertamos, pero esta vez sí. Y no es de extrañar después de conocer a la autora.

En dos sesiones todos los alumnos de 2º de la ESO, a los que iba destinado el libro, han podido comprobar en primera persona lo que es una contadora de cuentos. A través de relatos, populares, míticos, o basados en su propia experiencia, nos ha hecho disfrutar del antiguo oficio de cuentacuentos. Porque para todo tiene una historia: para explicar la importancia de la muerte en su novela, para mostrar lo difícil que es pensar una novela, para hablar de sus traumas infantiles…

Nos ha contado que lo más importante a la hora de escribir es leer. De hecho, ella no decidió empezar a escribir hasta los cuarenta años, cuando ya tenía un amplio bagaje lector. Una afición que desarrolló cuando en su ciudad natal, Vitoria, abrieron una nueva biblioteca en la que se programaban muchas actividades distintas relacionadas con la lectura, entre ellas los cuentacuentos, que era la que a ella más le gustaba.

Ha recibido numerosos premios, entre ellos el de Mejor Novela Juvenil Adultos de Ficción en los Latino Books Award 2010, un premio otorgado en Nueva York a obras de la comunidad latina, por La canción de Shao Li; o el premio Felipe Trigo 2013 por su novela, Una historia perdida.

La canción de Shao Li tiene dos protagonistas, Natalia y Airon, que se separan accidentalmente de su madre y un acompañante en el metro de Londres cuando la niña iba a participar en un concurso de televisión el día de Nochebuena. Los niños esperan horas pensando que volverán a buscarlos, pero eso no ocurre y Natalia, de 12 años, se tiene que hacer cargo de su hermano durante su estancia en la fría e inhóspita Londres. Subyace una profunda crítica a la televisión y, sobre todo, a los reality shows. Es una historia llena de sorpresas y con un final sorprendente, como le gusta a la autora, que considera que hay que ir aumentando el clímax hasta el final.

Todas las historias que nos ha contado nos han dejado el regusto de los narradores orales de antaño. Ella continuaba esta tarde con su labor de narradora en su taller de escritura para adultos en Vitoria.

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