La hidalguía del riosecano Manuel Galbán (y II)


Teresa Casquete Rodríguez. Historiadora del Arte

hidalgo1El escudo de los Galbán se representa en el primer cuartel con un león rampante de gules en un campo de oro y en torno a él una orla en azur con ocho flores de lis en plata. Junto a él podemos ver el blasón de su otro apellido, Bujidos, así como los de su mujer Teresa Miranda Martín. Su esposa también era de Medina de Rioseco y su familia había llegado desde La Rioja a finales del XVII. Los descendientes de estos Miranda y estos Martín son entre otros, los actuales miembros de la familia Sánchez, más conocida entre nuestros paisanos con el apodo de los “Barquilleros”. Ambos linajes, los Galbán y los Miranda, estaban dedicados al comercio al por mayor y a la ganadería ovina, disfrutando de una holgada situación económica que les permitió algunos lujos, como el encargo de esta adornada ejecutoria. Estatus financiero que, como otras muchas familias riosecanas del mismo nivel social, perdieron tras la Batalla del Moclín y el salvaje saqueo francés de la ciudad. Este funesto episodio llevó a la ruina a la mayor parte de la adinerada burguesía riosecana y en algunos casos a la obligó a emigrar.

hidalgo2Manuel y Teresa tuvieron cuatro hijos, todos ellos nacidos en Rioseco. Manuel, que era presbítero, vivía en Madrid y disfrutaba del mayorazgo creado por la madre. Bernardo que era soltero y que ocupó los cargos de regidor, diputado y procurador síndico personero. Saturnina, casada con Ramón López de Arce, con quien tuvo tres hijos. Y Alejandro, casado en primeras nupcias con una hermana de su cuñado, Manuela López de Arce y en segundas con Manuela de La Cavallería (De La Cavallería era junto a Santángel, dos de los linajes judeoconversos más conocidos y poderosos de España, aunque venidos a menos para esta época).

De Alejandro Galbán Miranda, que fue Diputado del Común, también se conserva en la Real Chancillería de Valladolid una ejecutoria de hidalguía con fecha de 1804. Se expidió para él y sus hijos, José, Policarpo y Luis. En dicho documento se afirma que su mujer era natural de Toro, aunque sus tres hijos habían nacido en Rioseco. Protagoniza numerosos pleitos aliado con algunos miembros de la familia Sánchez, que también ocupaban cargos municipales. Aunque el documento más curioso que conservamos de este nuestro paisano, es un anuncio de un diario de los primeros años del siglo XIX, en el que comprobamos que fue uno de los primeros ganaderos de toros bravos conocidos en Medina de Rioseco.

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