La casona de la familia Díez-Ureña


Teresa Casquete Rodríguez. Historiadora del Arte

La vivienda a la que nos referimos en el artículo de hoy se ubica en la parte central de la Calle Misericordia y fue mandada edificar por el matrimonio formado por Francisco Díez Pérez y Tomasa Ureña Escobar. En el interior del zaguán hay una fecha grabada en la clave del dintel de entrada: 1765, aunque algunas estructuras (arcos del segundo zaguán, bodega, etc.), indican que en aquel año lo que se realizó, más bien, fue una reestructuración o reedificación de una residencia mucho más antigua.

El edificio posee doble portal de entrada, pavimentado con decoración geométrica de astrágalos animales (tabas) y canto rodado. Se asciende a los pisos superiores por una escalera de sección cuadrada, realizada en piedra tallada y barandilla de hierro forjado y cerrada por una cúpula con bellas decoraciones de yesería dieciochesca. Bajo la misma se encuentra la entrada a la bodega de la casa, de grandes proporciones. Posee un gran patio posterior, hoy transformado en jardín, en el que se encuentran los restos de la ermita de la Caridad, derribada a mediados del siglo XIX.

Fachada externa de la casona de los Díez – Ureña
Escudo en la fachada de la vivienda.

La fachada externa se levantó en piedra de sillería de tono dorado en el primer piso, y en ladrillo macizo en el segundo. Posee una interesante colección de rejas y antepechos de balcones de hierro forjado, todos del siglo XVIII, así como dos blasones, correspondientes al matrimonio Díez-Ureña. El primero de ellos, situado en el ángulo izquierdo del edificio, es un escudo partido y medio cortado. En el primer cuartel se representa un árbol con dos flores de lis acostadas y surmontado por un ave volando, un sol y una luna, posee bordura cargada con siete flores de lis. El segundo cuartel tiene tallado una torre superada por una cruz, mientras que el tercero posee cuatro barras, ambos unidos por una sencilla bordura. El segundo de los blasones (el situado en el ángulo izquierdo de la casa), es medio partido y terciado. En el primer cuartel se representan dos calderas en palo, en el segundo una torre, en el tercero un león rampante, mientras que en el cuarto aparece un águila explayada y coronada. Lo remata en la parte superior un comble con tres flores de lis.

En el censo de vecindad realizado en 1801 y guardado en el Archivo Histórico Municipal, se afirma que en dicha vivienda habitaba Francisco Díez, “de 32 años, hidalgo en posesión y actual regidor de este Aiuntamiento y labrador”. Dicha referencia alude a Francisco de Sales Díez de Ureña, nacido en Medina de Rioseco en 1769 y casado con Francisca de Olaso Calderón, natural de Paredes de Nava. Este Francisco era hijo, por tanto del matrimonio constructor de la vivienda, es decir de Francisco Díez y Tomasa de Ureña, que figuran como residentes de la misma en los padrones realizados en los años 1775, 1777, 1785 y 1786.

Exvoto de Juan Ureña Venero, en Castilviejo (imagen cedida por Gonzalo Franco Revilla)

De los padres de Tomasa Ureña se conserva un retrato en uno de los exvotos expuestos en la ermita de Castilviejo. En dicho óleo aparecen los progenitores de Tomasa, postrados en sendos lechos junto a dos de sus hermanos que permanecen en pie (por la edad posiblemente la niña sea Teresa Ureña, mujer de Tomás Barona, hidalgo riosecano y hermano de Santiago Barona, médico del Hospital de la Vera Cruz y de Santa Ana). Bajo la sencilla representación corre una leyenda que dice: “Dn Juan Ureña Benero. Vecino de la Ciudad đ Medina đ Rioseco, estando enfermo, de peligro, sin esperanza abida, le ofrecieron, a Ntra Sra de Castilbiejo y por su yntercesion cobro salud y del mismo modo su mujer Dña Melchora Escobar y dos hijos. Suzedio el año del Señor de 1769”. Juan Ureña Venero Girón, fue hidalgo y alcalde ordinario de Rioseco en 1772 -ciudad en la que desempeñó el oficio de escribano-, así como administrador de las rentas de la obra pía fundada por Álvaro de Benavente y del patronato de la propia ciudad de Rioseco.

Por su parte, Francisco Díez Pérez (padre de Francisco de Sales) fue regidor de Medina de Rioseco en 1754 y 1769 y alcalde de la misma en 1764. En 1769 se le reconoció la hidalguía a través de un Real Despacho, tras haber solicitado el mismo derecho el año anterior, infructuosamente. Formaba parte de una antigua familia de labradores riosecanos, asentados en nuestra ciudad al menos desde finales del siglo XVI y que aún hoy tiene descendientes directos.

Árbol genealógico de los Díez-Ureña. (Pinchar aquí para descargar)

Uno de los blasones que jalonan la fachada.

Sabemos también por otros documentos que Francisco de Sales Díez Ureña fue heredero del mayorazgo y vínculo fundado por su primo Atilano Maestro y también recibió los bienes de otro pariente, José Díez Maestro, miembro de la cofradía riosecana de San Nicolás y fundador de la capilla de San Atilano en la iglesia de Santa Cruz, donde fue enterrado. A su vez Francisco de Sales, recibió sepultura en el templo de Santa María, “junto a sus padres”.

El buen gusto y el respeto por el pasado de los propietarios del inmueble, han permitido que ésta sea a día de hoy la única casa blasonada de Medina de Rioseco, no sólo conservada íntegramente, sino también restaurada y habitada. Camino que deberían recorrer urgentemente el resto de las viviendas históricas que aún se conservan en nuestra ciudad.

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