La casa del obispo de La Imperial, Agustín de Cisneros

Agustín de Cisneros Montesa es uno más de esa larga lista de riosecanos insignes, cuyo nombre y obras han ido relegando sus paisanos al cajón del olvido. ¿Quién fue este célebre personaje? Pues nada menos que el segundo obispo que tuvo la ciudad chilena de La Imperial y primo carnal del conquistador, también riosecano, Juan Jufré Montesa.

Vamos a dejar aparte la vida y hechos de Agustín de Cisneros, porque seguro que nuestro compañero Gonzalo Franco, en su sección dedicada a los riosecanos ilustres, se ocupará en un futuro próximo de desvelarnos todos esos detalles. En este reportaje tan sólo vamos a hacer referencia a sus conexiones familiares y al blasón que adorna la fachada de la casa familiar.

Agustín de Cisneros Montesa nació en Medina de Rioseco en el año 1521, dentro del matrimonio formado por Álvaro de Cisneros y Constanza de Montesa, procedentes ambos de adineradas familias de mercaderes de nuestra ciudad. Varios miembros de los Cisneros y de los Montesas tomaron parte directa en la conquista y en la administración de los nuevos territorios españoles en América. Agustín era primo carnal de Juan Jufré (sus respectivas madres, Constanza y Catalina, eran hermanas). Y también fue cuñado de Francisco de Villagrá, fundador de Santiago de Chile y originario de la vecina Santervás de Campos, ya que su hermana Cándida de Montesa estaba casada con él. Además de éstos fueron varios los integrantes de esta familia los que se lanzaron a la aventura americana, como Diego de Cisneros (hermano de Agustín), que también pasó a América, en este caso a Santo Domingo.

La familia de los Cisneros se dedicaba a la venta de telas ricas, por esa razón la casa familiar estaba situada en la Calle de La Lencería o Calle de los Lienzos, donde aún continúa en pie. Precisamente, en un documento de 1558, aparece el tío de Agustín, Francisco de Cisneros, como lencero y exportador de sedas. Otro documento fechado en 1500 nos da el nombre del abuelo, Juan de Cisneros, del que se dice que era alcalde mayor de Medina de Rioseco, lo que indica que el linaje Cisneros disfrutaba de un estatus social considerable, gracias a los altos beneficios de sus negocios.

Tanto los Cisneros como los Montesa tuvieron una gran vinculación con el convento de San Francisco. El contador Pedro de Montesa tenía hacia 1513 una capilla en dicho recinto monacal. También Gregorio de Cisneros tenía unas memorias fundadas en la capilla de San Gregorio y San Miguel, recinto que los Almirantes habían concedido a sus antepasados. También en el mismo cenobio, aunque en el claustro, se encuentra la capilla de los Villasante, fundada por Martín de Villasante y Catalina de Cisneros. En las enjutas del arco de la puerta que comunica dicha capilla con el claustro y en el interior del recinto, se hayan representados los blasones del matrimonio. En el segundo cuartel aparece precisamente el del linaje Cisneros de Medina de Rioseco: un cisne con una corona en el cuello sobre ondas de agua y nos pone en la pista para desvelar el de la Calle de Los Lienzos.

El de la histórica vivienda de Los Lienzos es un escudo cuartelado. En el primer y cuarto cuartel, tiene una torre por cuya ventana asoma un brazo con una lanza; mientras que en el segundo y tercer cuartel hay un león rampante. En el escusón, una paloma (representando el Espíritu Santo) desciende sobre cuatro columnas). Todo ello está rodeado por una bordura de diez sotueres y diez armiños, alternando.

El escudo se encuentra sobre una decoración de timbres, formada por una cruz floreteada, que indica que el propietario del blasón era miembro del Santo Oficio (la Inquisición). Éste fue el caso de Agustín de Cisneros, que fue nombrado Comisario en Chile, mientras aún era deán de La Imperial. Además de la cruz y haciendo clara referencia al apellido del titular, encontramos un cisne bicéfalo, con una corona en el cuello, de la que sobresale la cruz patriarcal de las Indias, y que vemos entrelazado con los ornamentos de su rango, el capelo obispal y los dos cordones de seis borlas cada uno.

El uso del cisne bicéfalo con la corona en el cuello como tenante del escudo ya lo usó el famoso Cardenal Cisneros en el suyo para hacer referencia a su apellido. Un ejemplo podemos encontrarlo en el patio de la Universidad de Alcalá de Henares. En un principio esta figura podría confundirse con un águila, pero el pico romo y la conformación de las patas, nos desvela que se trata de un cisne en realidad y que el obispo riosecano tomó como modelo el blasón del Cardenal Cisneros para diseñar el suyo personal.

El escudo de Agustín de Cisneros está en muy buen estado de conservación y puede verse sobre la fachada de la casona de grandes proporciones que tiene el número 21 de la Calle de Los Lienzos. Lo rodea una bella balconada de hierro forjado, realizada en el siglo XVIII, que cuelga sobre un primer piso de piedra de sillería y un segundo de ladrillo macizo, hoy cubierto por un revoco moderno de cemento.