Javier Cuevas: «Radio Rioseco fue un revulsivo en la comarca»

El subdirector de La Ser habla de sus inicios ligados a Radio Rioseco
Javier Cuevas cree que el mayor patrimonio de la radio es su credibilidad

J.A.G. Sonido: David Carpintero. Fotos: Fernando Fradejas

Es un hombre de radio. No en vano lleva toda una vida dedicado a este medio de comunicación que ama por encima de todo. Su vocación se despertó en una visita con el instituto riosecano a Radio Valladolid. Más tarde, con algunos amigos, siendo un joven de 16 años puso en marcha la recordada e inolvidable Radio Rioseco. Tres décadas después José Javier Juan Cuevas (Javi Cuevas en Rioseco) es subdirector de La Ser en Castilla y León y director de contenidos de la cadena radiofónica.

img_7008Este sábado, en la última de las Tardes de Arte programadas por el Ayuntamiento de Rioseco, cambio de lado: de entrevistador a entrevistado. “No soy dado a a hablar de mí, porque mi trabajo consiste en facilitar que otros hablen”, advirtió el riosecano al inicio de la entrevista que compartió con Gonzalo Franco, otros de los jóvenes que hicieron de Radio Rioseco todo un milagro.

Cuevas, a lo largo del encuentro, reivindicó un homenaje a ese “revulsivo” en el que se convirtió Radio Rioseco y a “la voz” de esta cadena municipal surgida en 1985, el recordado José María Román, que falleció hace un año. También recordó a otros históricos de Radio Rioseco, como Luis Rubio, al que calificó como el “pulmón” de este proyecto y a Anselmo Sánchez, “nuestro guía espiritual”.

Destacó el carácter pionero y experimental de este proyecto que llegó a contar con más de cuarenta colaboradores. “Todo aquel que quería decir algo lo dijo”, explicó este licenciado en psicología, quien reitera quee Radio Rioseco “fue un momento que sacudió el panorama de Medina de Rioseco, especialmente el cultural, dinamizando proyectos como la Coral Riosecana o el grupo de teatro”.

Cuevas recordó la Casilla del Puente Mayor, primera sede de la radio, y más tarde un piso en el edificio de la Casa Consistorial. “Construimos la antena con una vieja de televisión y nuestro primer emisor fue elaborado con walki y una lata de sardinas”, narró con un cierto tono de humor, en el que también se dejaba entrever la añoranza.  El locutor relató anécdotas, programas especiales, retransmisiones en directo como las de la Misa del Gallo, o el Pregón de Semana Santa, o algunas caras conocidas que pasaron por la radio. Habló de un “nivel de audiencia descomunal” y de la “vocación de servicio” que tenía el proyecto.

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Su trayectoria

En una segunda parte, Gonzalo Franco y Javier Cuevas desgranaron la trayectoria profesional del riosecano. Tras Radio Rioseco se fue a los 40 Principales. A pesar de los 100.000 oyentes y de la popularidad que consiguió en los micrófonos, al riosecano lo que le gustaba era la información y estar en la calle narrando los acontecimientos. Eso es a lo que se dedicó muchos años. A pesar de ello, siempre experimentó esa sensación de «provisionalidad constante» porque nunca creyó que esta sería su profesión; por lo que se formó en otras materias como el magisterio y la piscología.

A pesar de sus responsabilidades ejecutivas, jamás ha dejado el micro. Es parte de su vida, “un hábito”. Cuevas habló de que la radio es un medio que cuenta con una “salud de hierro” y que en España cada día 20 millones de personas escuchan la radio. “La radio es la banda sonora de la vida de generaciones enteras de españoles”. Cree que “el principal patrimonio” de este medio de comunicación es su “credibilidad” y que para ello “hay que invertir en legitimidad, siendo riguroso”.

Tampoco se olvidó de la crisis que ha afectado “de una manera salvaje” a los medios de comunicación, que han tenido que reducir plantillas y medios; antes de relatar cómo la radio ha tenido que adaptarse a las nuevas tecnologías. “Antes, un programa se evaporaba una vez emitido, ahora queda para siempre colgado en la red”.

Por último, Javier Cuevas, ha presumido de su riosecanismo: “me siento muy de aquí; es una enfermedad que cada vez tiene más síntomas”, ha bromeado. Porque aunque Javier Cuevas vive en Valladolid, sigue censado -orgulloso- en su pueblo. Y es que el locutor de radio que inició sus pasos en la magia de Radio Rioseco lleva grabada “la silueta de la torre de Santa María en mi álbum de fotos imaginario”.

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