Eusebio Valdés expone sus maquetas en San Francisco

La exposición que recrea algunos de los monumentos más conocidos de Rioseco y de otras localidades se puede visitar hasta el próximos 26 marzo

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Hasta el 26 de marzo, en la sala de exposiciones de la Oficina de Turismo del Museo de San Francisco, se pueden visitar las maquetas del riosecano Eusebio Valdés. Por primera vez, este constructor jubilado expone sus creaciones de edificios históricos y arquitecturas de Rioseco y otras localidades de España.

Con todo detalle se reproducen monumentos tan conocidos para los riosecanos como la Iglesia de Santiago, la de San Francisco,  el Arco de San Sebastián o la ermita de Castilviejo, entre otros. Artemio Domínguez, alcalde de la localidad, fue el encargado de inaugurar la muestra y de felicitar a Eusebio por su “minucioso trabajo al servicio del arte”.

Como curiosidad, el autor explicó que algunas reproducciones se basan en planos originales y se ha dado cuenta que “en algunos casos los planos no concuerdan con las medidas reales”.

eusebioEusebio Valdés, en una entrevista que no hace tanto tiempo publicaba La Voz de Rioseco, recordaba que fue su mujer Rafaela la que le regaló un kit de modelismo para construir una casa de campo. “Me piqué y la hice en tres días”. Tras aquella casa de campo vendría la construcción de dos iglesias románicas y del bello conjunto del palacio de Ceballos y la iglesia de San Andrés de la localidad cántabra de Argomilla, siguiendo las minuciosas indicaciones de montaje para colocar las miles de piezas de cada copia en miniatura.

Entonces, Eusebio dio un paso adelante y se propuso la difícil labor de hacer los monumentos que había visto en Rioseco toda su vida. Suponía una mayor dificultad, pues había que realizar los dibujos y los planos a escala. Sin duda “era un reto, ya que yo era el responsable de todo”, señala Eusebio, quien para poder llevar a cabo estas construcciones reutilizó las miles de minúsculas piezas de otros kits fabricados para levantar el castillo del Monte (Andria, Italia).

En poco tiempo, pero con muchas horas de trabajo, surgieron de sus manos el arco de San Sebastián, la ermita de Castilviejo, con sus edificios anexos y la fuente, o la iglesia de Santiago,. Además, también hizo una réplica de la construcción de arquitectura tradicional que él mismo, junto a su hijo Mariano, rehabilitaron de forma ejemplar, y que acoge el bar La Panera.

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