El reputado imputado; por Isidoro G. Pando


Isidoro García Pando*

3
Cuando uno de esos pequeños ahorradores, generalmente gente sin estudios y mucho menos formación financiera, reclaman a Caja España el dinero que fruto de su trabajo, un día tuvieron la desdicha de colocar en Preferentes, sin que nadie les explicara el riesgo que asumían, en la creencia inducida de que se trataba de imposiciones a plazo, la entidad además de no dárselo acaba por decirles que si no leyeron lo que firmaron es problema suyo y si no lo entendían que hubieran pedido consejo a un experto.

2Hoy, cuando sabemos que el Consejo de Administración de esa misma Entidad, le daba y renovaba créditos a su compañero Presidente, de millones de euros y cuando el Juzgado les llama a declarar como imputados para que expliquen a que se debió tanta condescendencia en operaciones que, según el Banco de España, perjudicaron a la entidad, la respuesta que nos vienen a dar es que ellos aprobaban lo que les decían y que no tenían tiempo de mirar los papeles.

Resulta curioso como hombres de tan reputado prestigio en el ámbito político, financiero y económico, (me da igual de que partido) incluso un Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico y otro de Derecho Financiero, ahora nos vienen a decir que ellos no tienen ninguna responsabilidad porque se limitaban a aprobar las operaciones que previamente habían sido informadas favorablemente por los expertos de la Caja. Naturalmente, unos técnicos que ellos mismos habrían nombrado y cuyo sueldo ellos mismos aprobaban.

Sabemos igualmente de las cantidades millonarias que estos Consejeros han venido percibiendo por su función de aprobar sin mirar, incluso lo conveniente que era que esas reuniones se hicieran en lujosos hoteles de Nueva York o de otros exóticos lugares a lo largo y ancho de este mundo. Pero ello no era ni estímulo suficiente para que se tomaran un poco más en serio su trabajo, ni mucho menos para tomarse un tiempo en mirar los papeles que firmaban.  Ni nadie se tomó la molestia en consultar a un asesor externo o reflexionar un minuto si eso de concederse créditos multimillonarios así mismos no era un poco raro.  Justo las precauciones que ahora  les exigen a los preferentistas que han perdido sus  ahorros porque la Caja se descapitalizó en operaciones como la que ha dado lugar a las Diligencias abiertas por el Juzgado de León.

Bien sabemos que, el que estos catorce Consejeros hayan sido llamados a declarar en calidad de imputados para que aclaren esta tropelía, no presupone nada sobre su culpabilidad y que debemos respetar la presunción de inocencia hasta el último momento, o que incluso puedan en última instancia no ser criminalmente responsables por esa conducta, a todas luces moralmente reprobable.

FRANCISCO FERNÁNDEZ, SANTOS LLAMAS Y JUAN ELICIO FIERRO, DURANTE EL CONSEJO DE CAJA ESPAÑA

Por tanto somos igualmente sabedores de que su situación procesal no es incompatible ni les restringe ninguno de sus derechos como pueda ser el presentarse a unas elecciones, sean del ámbito que sea. Sin embargo, sí parece razonable pedir que los Partidos, Sindicatos, etc. que les nombraron para esos cargos de representación, dejen de confiar en ellos para tenerles como candidatos en sus listas electorales.  No por el hecho de que hayan sido llamados a declarar por un Juzgado en calidad de imputados, cuestión que no prejuzga cual puede ser finalmente su responsabilidad penal, sino porque con su conducta han demostrado que no son merecedores de la confianza que en su día la sociedad depositó en ellos.

Es difícil que se nos pueda pedir que nos creamos que quienes han actuado de esta manera tan alegre con el dinero ajeno, ahora sean capaces de administrar con rectitud y con la diligencia de un buen padre de familia, un presupuesto municipal o cualquier otra institución. Es por este motivo, por el que fundamentalmente y por una mera cuestión de decencia política y moral ellos mismos deberían apartarse y en su caso habrían de hacerlo los Partidos que los nombraron para tan relajados cargos.

En Medina de Rioseco y Comarca hay cientos de modestos ahorradores que han perdido el dinero que con tanto sacrificio guardaron, para mejorar su jubilación, para los estudios de los hijos, o para complementar la prestación por desempleo, porque procedía de una indemnización por despido.  Podríamos hacer un mínimo ejercicio de empatía e imaginarnos lo que pueden pensar cuando ven las licencias que se permitían quienes eran los máximos responsables del desastre al que se han visto abocados. Aunque sólo sea por higiene democrática y por solidaridad con los perjudicados debemos pedir que quienes han defraudado sus expectativas se dediquen a otros menesteres y se aparten de la cosa pública, actividad esta para la que se requiere una credibilidad que, desde luego, ya han perdido.

*Isidoro García Pando es portavoz del grupo municipal socialista de Rioseco

share on: