David Trueba recuerda Tierra de Campos

El hermano del conocido director de cine presenta su novela sobre Tierra de Campos
El escritor recorre la comarca natal de su familia en un viaje al interior

Gonzalo Franco Revilla

David Trueba firma libros en la Feria del Libro de Valladolid

Tierra de Campos es una comarca natural que se extiende por las provincias de Palencia, Valladolid, Zamora y León. Su origen documentado estaría en los conocidos como Campus Gallaeciae, luego Campi Gothici o Campos Góticos, del antiguo reino Visigodo, donde se asentó este pueblo tras su expulsión de la Galia por los francos.

Comarca con claras señas de identidad y con características geográficas, económicas, sociales e históricas comunes. La ausencia de un marco jurídico-político legal propio en la configuración del actual estado español ha hecho olvidar el valor de las comarcas como marcos de estructura social.

No existen muchos textos literarios que sitúen en cualquiera de los pueblos que pertenecen a la conocida como Tierra de Campos, el protagonismo de sus historias, se pueden destacar las obras literarias de Gustavo Martín Garzo, situadas en Villabrágima y en nuestra ciudad. Ni tampoco son muy numerosos los estudios históricos.

Cabe mencionar los clásicos La Tierra de Campos. Región natural de Justo González Garrido. La Tierra de Campos de P. Plans Sanz de Bremond, Tierra mal bautizada de Jesús Torbado, La Tierra de Campos de Ricardo Macías Picavea, En la Tierra de Campos (Memorias de un labrador) de Modesto Celada Vaquero y 4 días por Tierra de Campos de J. Sánchez Carralero Es por eso digno de destacar la reciente publicación por la editorial Anagrama de la novela Tierra de Campos de David Trueba (Madrid 1969), cuyos orígenes familiares paternos se sitúan en Villafrades, pequeño pueblo cercano a Villalón de Campos.

Cineasta y escritor y hermano del también director de cine Fernando Trueba, al que dedica la novela, ha dirigido, entre otras, las películas La buena vida y Vivir es fácil con los ojos cerrados, así como la serie televisiva ¿Qué fue de Jorge Sanz?, como novelista ha publicado Abierto toda la noche, Cuatro amigos y Saber perder, que obtuvo el premio de la Crítica y el del mejor libro del año según El Cultural del periódico El Mundo.

Con fluidez y sentido del humor, Tierra de Campos, como nos explica la reseña argumental de la editorial, cuenta la historia de un cantante de éxito Dani Mosca que, tras la muerte de su padre, regresa con el cuerpo del difunto al pueblo donde éste nació en el norte de la provincia de Valladolid, como apunte de ese humor socarrón del cual está punteada la novela, David Trueba denomina a ese pueblo como Garrafal de Campos.

https://www.youtube.com/watch?v=P8eJDwAbTq4

Durante el viaje en coche fúnebre, con un locuaz chófer ecuatoriano al volante, el protagonista va recordando algunos momentos de su vida, en la que la música y la amistad se mezclaron con la vida disipada y de excesos. Recuerdos que traen consigo lúcidas reflexiones: “Somos visionarios y ciegos al mismo tiempo”.

David Trueba junto al periodista Paco Alcántara.

En todo viaje interior hay contradicciones y reproches, melancolía y autoengaño. Rememoranzas que siempre implican un paseo por la niñez y la adolescencia, por el amor y el desamor, del mismo modo que envejecer es casi siempre un proceso doloroso en la medida en que emerge la proximidad de la muerte. Sin embargo, madurar significa comprender que la muerte es algo que se va infiltrando en la vida poco a poco: “Uno muere a plazos, en contra de lo que pensamos”.

Ese trayecto por carretera comporta a la vez que un viaje físico, (con una de las paradas en Medina de Rioseco a tomar café en la Rúa mayor), un retroceso al pasado, el recuerdo de los años de infancia que va a configurar  la personalidad del narrador alrededor de cuatro pilares: la relación con sus padres y el descubrimiento de un secreto bien guardado que sacude sus cimientos, la revelación de la música como un lenguaje liberador, el valor incalculable de la amistad: “Amigos nada más, el resto es selva”, cuando ya nada importa y la fuerza arrebatadora (y destructiva) del amor.

Estas líneas narrativas se refuerzan entre sí para ir armando una trama densa y verosímil en torno a la banda que forman los tres amigos que se conocieron en el colegio  y que, ya famosos, seguirán juntos hasta que la desdicha acuda a su cita: Gus, el gay chispeante que rebosa ingenio y coraje; Animal, el batería tosco y jovial, y el propio Dani.

Pero si hay una constante en los recuerdos que acuden en tropel a la mente del narrador son los de su biografía sentimental: sus incontables amores y amantes desde los ingenuos toqueteos de la pubertad hasta el hartazgo erótico del adulto, desde el flechazo chispeante al triste desencuentro, desde el frenesí sexual a la convivencia estable y los hijos.

https://www.youtube.com/watch?v=bqwwZazslzk

Todos los acordes e inflexiones del amor le han inspirado innumerables canciones que van pespunteando el texto con sus versos, algunos de los cuales sirven de enlace a los sucesivos capítulos y a la sucesión narrativa. Siendo así, Tierra de campos’ puede leerse desde varias claves que se enriquecen recíprocamente: la de la dificultad de crecer sin arraigo: “El verano eterno de la juventud”, de los surcos profundos que dejan el amor y el deseo (destacar  los personajes de Oliva y de la chelista japonesa Keia), la de la identidad como proyecto en marcha («Éramos lo que hacíamos», dice Dani), la de la conexión porosa entre la vida y el arte y la contraposición entre lo específicamente urbano y presente: la música  y lo rural, el pasado que no volverá y las raíces de los orígenes familiares.

Es el tratamiento de este último aspecto una de las muchas virtudes de la novela, al iluminar el modo en que la experiencia del músico se decanta y transforma en una canción. Y decir canción vale tanto como decir cualquier manifestación artística. En esta historia de un creador que descubre que su Tierra de Campos no puede ser más que la de sus ideales, David Trueba, que no disimula un poso melancólico por debajo de su eficaz sentido del humor, ha acertado a contar lo inaprensible, cómo transcurren los años, cómo – con una de sus frases brillantes- el «pasado está posado sobre nosotros como el polvo sobre los muebles». Sería buena idea invitarle a presentar su libro en Rioseco, capital natural de la comarca.

Descargar listado de canciones que ponen la banda sonora a esta novela.

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