Cierra sus puertas el popular bar El Ruedo tras 38 años de actividad

Tras la gestión de cuatro propietaros en las últimas cuatro décadas, sus dueños han puesto a la venta este céntrico e histórico establecimiento

ruedoIMG_0021En agosto de 1976 el matrimonio de José Vázquez y Jacinta Labrador convertían un proyecto hostelero en una realidad que se ha consolidado durante casi cuatro décadas: el bar El Ruedo. 38 años después el popular bar cerraba sus puertas después de que cuatro propietario diferentes hayan gestionado este histórico negocio ubicado en la calle que le da nombre.

Atrás quedaron sus populares raciones, aquellas noches de verbenas en las fiestas de San Juan y por supuesto las tardes gordas en las que había festival taurino de los hermanos Peralta, y el Bar El Ruedo era un punto de encuentro ineludible. Hoy un cartel de Se Vende cuelga en sus grandes cristaleras en busca de una nueva oportunidad, que haga de este bar, de nuevo, uno de los lugares importantes del sector hostelero de la ciudad.

Tras la familia Vázquez Labrador, en 1981 llegó Pilar Sahagún para hacerse cargo durante dos años. Per serían, primero Pedro Villa durante 13 años, y más tarde Pascual García hasta su jubilación, a finales de 2014, quienes ocuparon un periodo prolongado de años en este entrañable establecimiento para muchos riosecanos y sobre todo para muchos habitantes de la comarca. El Ruedo cierra sus puertas de forma momentánea, a la espera de que alguien quiera abrirlas por la Puerta Grande.

La curiosa historia de una fotografía
El Bar El Ruedo siempre tuvo presidiendo una foto de la Plaza de Toros para recordar su nombre. Primero fue una preciosa foto en blanco y negro del centenario coso del Carmen vacío. Más tarde, Pedro Villa decidió encargar una, ya a color, y con el calor de una tarde de festival de los hermanos Peralta con sus tendidos a reventar. Esta imagen, de grandes dimensiones, ha permanecido hasta su cierre. Su propietario la decidió donar a la Asociación Española Contra el Cáncer para que la pusiera a la venta en su popular rastrillo solidario. Al final, un comprador anónimo entregó 200 euros por el cuadro que fue donado a la residencia de ancianos. Un acertado lugar para esta fotografía que recuerda la estrecha relación entre la plaza de toros, el festival de los Peralta y la Casa Asilo. Un cuadro que guarda muchos secretos y buenos momentos de un bar tan popular como El Ruedo.
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