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“Más que una crónica deportiva parece una crónica de sucesos”. Habla Javier Yepes, el entrenador del Club Deportivo Rioseco quien sufre una “inusual plaga de lesiones» que hace que una decena de jugadores sean baja y otros duda para la importante visita que los blanquinegros tendrán que efectuará este domingo a Carbajosa de la Sagrada, en Salamanca.
El pasado domingo, en el Juan Carlos Navarro, cayeron derrotados por un gol a cuatro ante el Club Deportivo Onzonilla (León). Un hat trick del jugador leonés Nacho hundió a los blanquinegros, que esta semana tienen una oportunidad de oro de lograr los tres puntos en la casa del penúltimo clasificado de la tabla.
“Sería un balón de oxígeno y una inyección de ánimo”, pronostica Javier Yepes, quien no entiende la situación de mala fortuna que atraviesa su equipo. “Por calidad y en condiciones normales este grupo tendría que estar luchando por los primero cuatro puestos de la tabla. Tengo siete u ocho jugadores que podrían estar jugando perfectamente en una categoría superior”, dice Yepes.
Por lo tanto, no se trata ni de calidad, ni de actitud (“los chavales luchan como jabatos”), sino de mala suerte. Tan sencillo como eso. Así lo cree firmemente el técnico, que cuenta los días para recuperar a jugadores. Este domingo, todavía, tendrá que jugar con un juvenil como titular y sentar en el banquillo al menos a otros tres. Piti, Ángel Molina, Alonso, Goyo y Oli, son duda, aunque algunos podrían ser de la partida, junto a Íñigo, que podría debutar con la elástica blanquinegra.
Paco y Víctor Molina tendrán que esperar aún unos días; y Valdi (sancionado) y Churre (lejos de Rioseco), tampoco podrán vestirse de corto. Por si fuera poco, uno de los mejores jugadores de la plantilla, el lateral zurdo Nico, ha fichado por el Tordesillas. A pesar de ello, Javier Yepes –optimista como nadie- no desespera y sigue trabajando. “Intento insuflar ánimos cada minuto de los entrenamientos, porque noto que a veces los jugadores están un poco cabizbajos”. El domingo tienen la oportunidad de levantar la cabeza.
