Un lugar donde acariciar Cristos es posible


Si hay un lugar donde los Cristos y las Vírgenes están al alcance de la mano ese es Medina de Rioseco, concretamente su Semana Santa. Desde los abigarrados balcones de la Calle Mayor es posible una vista única de los espectaculares conjuntos escultóricos, pero también permiten su tacto. Sí, porque es habitual que los espectadores alarguen su mano al paso a los crucificados, como este de La Paz que, en la preciosa imagen de Fernando Fradejas, es acariciado con devoción por estas manos. Una imagen que bien recuerda a esa archiconocida estampa de la capilla Sixtina en la que se representa la Creación de Adán en un genial fresco de Miguel Ángel.

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